Well, well, well...
Mi examen de cálculo es el 6 de octubre. Me voy del blog hasta entonces. Y no me malinterpreten, no es por el examen. Sencillamente es para fijar una fecha.
Have a nice life.
Solemn Promise
Publicadas por Carla a la/s 7:32 a. m. Etiquetas: (Des)Amor, Bitter, English, Vida en GeneralI, Carla, hereby certify that I am in complete use of my mental capacities and that this is a decision that no one has pushed me to take. I solemnly swear that I will do everything that's within my reach to prevent me from falling in -what we all know would be- just a circle of destruction with momentary flashes of pleasure.
I am certainly convinced that the actual state of events is the one that benefits both parts the most. As painful as it may be, I promise to do my best not to fall again in this game, as it may put in risk my hardly accomplished peace and my future access to it.
End Line.
Poesía
Perdóname por haberte ayudado a comprender
que no estás hecha sólo de palabras
Hora de la Ceniza
Finaliza Septiembre. Es hora de decirte
lo difícil que ha sido no morir.
Por ejemplo, esta tarde
tengo en las manos grises
libros hermosos que no entiendo,
no podría cantar aunque ha cesado ya la lluvia
y me cae sin motivo el recuerdo
del primer perro a quien amé cuando niño.
Desde ayer que te fuiste
hay humedad y frío hasta en la música.
Cuando yo muera,
sólo recordarán mi júbilo matutino y palpable,
mi bandera sin derecho a cansarse,
la concreta verdad que repartí desde el fuego,
el puño que hice unánime
con el clamor de piedra que eligió la esperanza.
Hace frío sin ti. Cuando yo muera
cuando yo muera
dirán con buenas intenciones
que no supe llorar.
Ahora llueve de nuevo.
Nunca ha sido tan tarde a las siete menos cuarto
como hoy.
Siento unas ganas locas de reír
o de matarme.
No te pongas bravo, poeta
La vida paga sus cuentas con tu sangre
y tú sigues creyendo que eres ruiseñor.
Cógele el cuello de una vez, desnúdala,
túmbala y haz en ella tu pelea de fuego,
rellénale la tripa majestuosa, préñala,
ponla a parir cien años por el corazón.
Pero con lindo modo, hermano,
con un gesto
propicio para la melancolía.
Y sin embargo, amor
Y sin embargo, amor, a través de las lágrimas,
yo sabía que al fin iba a quedarme
desnudo en la ribera de la risa.
Aquí,
hoy,
digo:
siempre recordaré tu desnudez en mis manos,
tu olor a disfrutada madera de sándalo
clavada junto al sol de la mañana;
tu risa de muchacha,
o de arroyo,
o de pájaro;
tus manos largas y amantes
como un lirio traidor a sus antiguos colores;
tu voz,
tus ojos,
lo de abarcable en ti que entre mis pasos
pensaba sostener con las palabras.
Pero ya no habrá tiempo de llorar.
Ha terminado
la hora de la ceniza para mi corazón.
Hace frío sin ti,
pero se vive.
C'est la vie...
Publicadas por Carla a la/s 10:28 a. m. Etiquetas: (Des)Amor, Bitter, Laberinto Lingüístico, Pequeños Monstruitos, Vida en GeneralEn esta entrada, everything goes.
Juro que jamás había estado así de estresada, que en ningún lugar encuentro algo que sea al menos parecido al descanso. Estoy cansadísima y todo se me viene encima, y habría sido algo fácilmente reparable, pero ya es un toque tarde, ¿no? Así que a ponerle bonito, y en el peor de los casos, como dice mi amigo, "pasa en las mejores familias"...
Sí, mea culpa. Quedó tallado en la palmera para la posteridad, en la que veo todos los días. Sí, me trajo un par de sonrisas de vez en cuando, alguna paz del momento al pensar que en la de menos podía funcionar. Cada vez que se talla algo en esa palmera, al inicio nada más queda más claro, y conforme va cicatrizando queda una especie de relieve. Un día me salí de mis casillas. Vi la palmera y necesariamente la odié. Me acerqué y vi las cicatrices. Clarísimas. Mejor no lo pudimos haber tallado. O sea, made in heaven. Y eso me enojó todavía más. Con una piedra raspé todo lo que pude. Presto. No me tomó demasiado darme cuenta del error. Y lo fui comprobando día a día. Nada más hice una cicatriz más grande, en la que de paso todavía puedo ver la anterior. Ahora, cada vez que paso por la palmera ya no veo mi -aunque ya pasado- acierto. Nada más veo mi error... constante. Y qué simbólico ¿no? Odio esas analogías con las que uno nada más se tropieza una y otra vez... Habría sido menos traumático, menos grande, y menos notorio nada más dejar las cosas como estaban y cifrar las esperanzas en que algún día sanaran...
El correo. 391. Y todavía recuerdo cuando no alcanzaba buzón. Siempre me trae un sentido de felicidad... Pero es que antes era un lugar claro, y tenía ventanas por todo el pasillo, y siempre las limpiaban. En cambio ahora nunca levantan las cortinas de hierro, y chorreadas por el vidrio se ven las cuitas de las palomas. Las palomas. No entiendo por qué sólo aquí no podemos lidiar con palomas, con lo bonitas que se ven... Y en todo lado las manejan...
Recuerdo cuando comprábamos las bolsitas de maíz en el parque y les dábamos de comer. Desde pequeña me agarraba con quien fuera que se metiera con las palomas. Tan indefensas... Tan tontas, la verdad. Pero nobles. Y se acercan a la mano pegando brinquitos hacia adelante. Eso sí, me gustaba más comprar el maíz en el molino, porque era más, y más barato. El Molino. Al inicio el kilo de maíz costaba ¢50, luego ¢100, creo que ahora puede andar por los ¢300... Sí, ya no sé cuánto cuesta, y asumo que es uno de los síntomas de crecer... Autocondenarse a no tener tiempo para hacer lo que más nos gustaba hacer cuando pequeños. Porque yo paso todos los días frente al parque, a los 50 metros -cuando mucho- del molino, y nunca -de lo que se llama nunca- me he tomado la molestia de parar un momento. Pero no es sólo culpa mía. No tiene la misma gracia pasar sola. Pero volvemos a lo que sí es mi culpa. Hoy por ejemplo, sí pasé con mi abuelito, y no me tomé el tiempito de pasar por el parque de Guadalupe. Guadalupe. Hoy noté que muchos de mis momentos más felices fueron en Guadalupe. Rarísimo, me parece. Y todos son de cuando pequeña... ¿En qué momento comencé a morirme?
Hmm, ahora que pregunto eso. ¿El antónimo de la muerte es nacer? Porque en ese caso sería contradictorio nacer muerto... O sea, no se puede estar de pie y sentado. Es imposible ejecutar todas las posibilidades en un mismo momento. O sea, si se puede nacer muerto, el momento en que comienza la vida es anterior, o sea, la concepción. O sea, wow, el aborto es efectivamente un homicidio, lingüísticamente hablando... Y no me voy a meter a discutir el aborto... nada más sepan que cuando voy en el bus viendo por la ventan y oyendo música con cara de pensamientos profundos, posiblemente nada más sea algún laberinto lingüístico interno de este tipo...
¿Que a qué me refiero cuando digo "el otro vos"? Pues al mío, por supuesto. Pero lo cómico del sueño es que soñé que regresabas, y que claro, no éramos nada, pero que el que había vuelto era el mío -el muerto y sepultado, jaja-. Y andábamos con la jacket, en el cole. Toda la generación... Era como que invadíamos el cole cuando ya todos los que sí debían estar ahí ya se habían ido. Recuerdo que estaba Ruilova, estaba Pito, Dylana, Nela, obviamente Fray Víctor... (Preguntame por qué estaba Ruilova...) En fin, y sabíamos que ya no teníamos que estar ahí... Y nosotros andábamos juntos... Y a mí me veían con cara de "pobre criatura, qué engañada"... Y yo pretendía que no me importaba... Pero era el otro vos... Y fue cómico, como hablar con un muerto cuando uno está dormido, que se despierta contentísimo porque otra vez está vivo y luego se despierta y no se puede dormir porque no es cierto...
Stress, stress, stress... Y sí, ya que es un anglicismo, we might as well use it correctly,jaja... Me estoy volviendo ligeramente loca... Y estoy escribiendo como degenerada nada más para ingorar todo lo demás... Pero no tiene caso, porque al fondo sigo oyendo el reloj, y son las 11:09 tic tic tic tic tic tic... Listo. De hecho ahora son las 11:10... y sé que me tengo que ir a las 11:30.
Los miércoles siempre han tenido un aura de que hasta ese punto las cosas todavía se pueden arreglar para la semana... Ese feeling de estar justo en el medio, de que todavía no es demasiado tarde. La semana puede venir mal que si se tiene un buen miércoles todo mejora... Pero si el miércoles resulta siendo mier... (sin el 'coles'), ya la semana se puede dar por muerta. El semestre pasado tenía teatro los miércoles. O sea, ¿cómo iba a haber miércoles malo? Pero este semestre se ha halado cada miércoles... (sin el 'coles', jaja)... Y es que además las semanas se van volando... antes de darme cuenta de que ya es miércoles, es miércoles... pero el próximo. Y siento que las semanas no pasan sino que se me escapan...
Y qué RAJADO qué mal me cae la gente que dice las cosas como por caer re-bien y después uno se da cuenta precisamente de que nada más lo hicieron por eso y que después son pura paja y entonces caen pésimo. La diplomacia necesita su control. Hay abominaciones que necesitan ser dichas y chucherías que no deben decirse.
Porque además descubrí que hay dos tipos de pleitos. Hay cierto tipo de batalla que vela por un bien mayor, de los que no debemos escaparnos... Siempre hay que procurar luchar y ganar... Pero! Hay otro tipo de batalla que muchas veces confundimos, que son ese tipo de peleas por algo totalmente sin importancia... de las que me mantengo al margen. O sea, las peleas que no valen la pena... No me van a ver embarrada en una discusión por ese tipo de cosas súper trasendentes para el futuro de la humanidad como el TLC, cosas por el estilo... Las comentaré alguna vez, pero no vale la pena... Y que me digan lo que quieran, que no es con palabras que ocupo defenderme. Y esto no era necesariamente lo que quería decir... pero se va haciendo más y más tarde... Y en esta entrada como en todo: Atrás, ni para agarrar impulso... Jaja, y no tanto en la vida como en esta entrada... Jaja... está taan loca...
Yo creo que la única entrada que había escrito a este ritmo era la de la hiperactividad... (wonder why...) Y curioso, ya varias veces me han preguntado cuál es la gracia de llevar una agenda, de abrir un blog... Pues no sé, es como el appeal de una memoria accesoria, de perpetuarse en algún lado, no me pregunten... Son tantas cosas que creo que a la larga no puedo definir... Pero de fijo me encanta tener una especie de pensieve adonde puedo repasar esos detalles que una vez noté y que ya no recuerdo... Y saber que cuando relea esta entrada otra vez voy a recordar todo el castañeteo de dientes, el temblor en las manos, el no poder parar, no poder quedarme quieta, saber que no quiero hacer el intento hasta, hasta...
Hasta que uno nada más sabe que tiene que parar.
Desde hace días no me he sentido exactamente como para escribir. O sea, créanme, me encanta postear, jaja, pero así, como escribir escribir no me apetece...
Alors, a falta de algo de la autora, algo que le haga gracia a la autora. Esa ha sido básicamente la política últimamente...
A bus stops and 2 men get on. They sit down and engage in an animated conversation.
The lady sitting next to them ignores them at first, but her attention is galvanized when she hears one of them say the following:
'Emma come first. Den I come. Den two asses come together. I come once-a-more! Two asses, they come together again. I come again and pee twice. Then I come one lasta time.'
The lady can't take this anymore. 'You foul-mouthed sex obsessed pig!', she retorted indignantly. 'In this country we don't speak aloud in public places about our sex lives.'
'Hey, coola down lady,' said the man. 'Who talkin'abouta sex? I'm a justa tellin' my frienda how to spell ' Mississippi'.'
Así de pronto, se me quitó el hambre, jaja... Me encantó, sorry, no pude evitarlo, jaja...
Llevo como dos semanas oyendo nada más "Todo esto es muy extraño" de los Hombres G a la hora de bañarme y cuando me alisto. Pues bueno, el contenido es increíble, jeje... pero su algo tienen, y si bien esta canción no está en ese disco (que me mata, sobre todo "Un Poco Más"), es buenísima, nada más pónganle atención... No puedo oírla y no reventarme de la risa, sobre todo en la parte de "es posible que no puedas volver a andar" jajaja...
Jaja, es que es demasiado cómica... Es como la oda a las hormonas...
"He esperado toda la semana a verte desnuda dentro de mi cama..."
Ok, whoa, encontré un video de "Un Poco Más". Hay que ponerlo:
apalancado en un bar
ahogando penas en el alcohol.
No valgo para charlar,
no tengo conversación,
no me gusta la televisión.
Yo me quiero enamorar
frente a la luna y el mar,
sentir de nuevo la sensación
de ver el mundo brillar
como no lo vi jamás,
vivir la vida con ilusión.
Nunca he sabido bailar
si no tengo a quien mirar,
no se dormirme si abrazar.
Quiero cena para dos,
compartir mi habitación,
cubrir de estrellas mi corazón,
y respirar...
No quiero beber,
yo me quiero enamorar.
Quiero creer
en el amor de verdad.
No quiero fumar,
yo me quiero enamorar.
Estoy cansado de andar
buscando siempre sin encontrar...
Yo nesecito soñar con
alguien a quien amar,
yo me quiero enamorar.
Hombres G
Ese es el nombre técnico que se le da a la muerte cuando una cosa lleva a la otra y como falla un órgano falla el siguiente y el siguiente hasta que la persona se muere...
Más o menos en esa pataleta metafísica me encuentro en ese momento. Falla múltiple, desasosiego general. ¿Qué hacemos, Carla? ¿Evacuamos el edificio?
De paso, menciono que ya hice más de lo que habría planeado hacer, y que no me muero por eso, y que a partir de aquí yo no levanto un dedo.
Bueno, volviendo a mi pataleta, lo peor del asunto es no poder admitirlo ante nadie... y que la persona ante quien lo admití está en todo su derecho a nada más mantenerse al margen y dejarme pataleando, jaja...
Qué "peculiares" mis entradas últimamente, ¿no?
Es que así de tormentosa me siento... No puedo ni poner una palabra frente a la otra...
Ok, paz. Que será, será... Whatever will be, will be. The future's not ours to see... Que será, será...
Jingle All The Way
Publicadas por Carla a la/s 6:48 p. m. Etiquetas: Happy, Navidad, Vida en General
Told ya... Cada vez nos acercamos más y más al momento en el que este blog va a girar en torno a la navidad y a todo lo que me da conforme se acerca diciembre (este año podemos agregar que me da chicha, claro...)
En fin, me están echando de mi casa, así que resumo:
Hoy ya fuimos a comprar los adornos del árbol a la Universal. (La tienda oficial de la Navidad, jaja) Eso nos da picazón en las manos por hacer el árbol, por lo que predigo que antes de que se acabe Octubre ya va a estar hecho.
Tal vez luego hable sobre la aventura anual de ir a comprar los adornos... Y el sentimiento desde pequeña que no ha cambiado ni un poco.
Don't Think Of Me
Publicadas por Carla a la/s 9:02 a. m. Etiquetas: (Des)Amor, Bitter, Musique, VideoAhh, ¿para qué negarlo? Siempre me ha gustado la canción... Y ahora que tiene múltiples sentidos me gusta todavía más...
Bueno, el caso es que no conseguí ningún video de Dido, ni nada por el estilo, pero por lo menos conseguí este videíto con footage de NBC, creo que de "The Office", no sé... Lo que sea, a little too much for my taste, pero algo es algo y está comiquillo...
and not with me.
I hope she's sweet,
and so pretty.
I hear she cooks delightfully,
a little angel beside you.
So you're with her,
and not with me.
Oh how lucky one man can be?
I hear your house
is small and clean.
Oh how lovely, with your homecoming queen.
Oh how lovely it must be.
When you see her sweet smile, baby,
Don't think of me.
When she lays in your warm arms,
Don't think of me.
See, you're with her,
and not with me.
I know she spreads sweet honey...
In fact, your best friend,
I heard he spent last night with her...
Now how do you feel?
When you see her sweet smile baby,
Don't think of me.
When she lays in your warm arms,
Don't think of me.
And it's too late, and it's too bad.
Don't think of me.
Oh it's too late, and it's too bad.
Don't think of me.
Does it bother you now all the mess I made?
Does it bother you now the clothes you told me not to wear?
Does it bother you now all the angry games we played?
Does it bother you now when I'm not there?
When you see her sweet smile baby,
Don't think of me.
When she lays in your warm arms,
Don't think of me.
And it's too late, and it's too bad.
Don't think of me.
Oh it's too late, and it's too bad.
Don't think of me...
Ok, ha sido un día cansadísimo y curioso. Primero, se le cae el botón al pantalón... Luego, por primera vez en el semestre, tenemos la clase de mate entera... Luego lo de discretas... El rato en la biblioteca... El rayo que cayó cuando yo iba por medio parqueo y que activó todas las alarmas... El cangrejo... La trasnochada... La roncadita en el bus...
Pues sí... Estoy evitando el tema...
Muchas veces nuestro compromiso con las cosas o con las personas puede ser medido por los sacrificios que estamos dispuestos a hacer por esa "one thing". Si estamos totalmente comprometidos con algo, es mentira que no estamos dispuestos a sacrificar nada.
Por otra parte, si cualquier sacrificio parece un gran sacrificio, puede que no estemos tan compenetrados en el asunto como aseguramos estar.
Muchas veces se calla y se asiente para minimizar, se pasan noches, se pasan semanas, meses luchando por eso que esperamos. Somos capaces de postergar todas ls otras cosas que no son tan importantes... en apariencia.
Y es que solemos equivocarnos al juzgar, y en vez de pirita, vemos oro... Y pasamos nuestra vida a la deriva (entre pairos y derivas) por algo que ya no es nuestra causa...
Y veo que ya la entrada se nos puso resbalosa, y estamos entrando en terrenos a los que no quiero entrar por el momento...
No, la verdad la voy a dejar hasta este punto. Seguirla ahora no tiene demsiado sentido. Voy a dejar que pase la ola de aceite requemado...
Ya luego seguro publico algo...
P.S: Pero noten la proeza de escribir sin tildes por las benditas computadoras de la ECCI...
Interstitials
Publicadas por Carla a la/s 8:31 p. m. Etiquetas: Curiosidades, Funny, Happy, Recuerdos, Video¿Soy yo la única a la que le tran recuerdos de su dorada infancia? O sea, todos vimos esto... Éxito. Sobre todo Rupert el Bacalao... Bueno, de hecho que es mucho más cómico "Rupert el Bacalao" que "Rupert the Grouper"... Pero igual valen la pena...
"Cartoons... That never made it."
Heidi and the Yodelers
Frothy Dawg
Rupert The Grouper
Se me olvidó mencionarlo. Debí al menos haber hecho referencia desde el 16 de setiembre.
La Universal. La Universal no tiene una sola temporada que no sea temporada de algo. En enero, vacaciones. Febrero, entrada a clases. Hasta semana santa, otra vez vacaciones. Luego, invierno. Luego, día del padre. Luego, vacaciones otra vez, y verano (aunque sea temporada lluviosa en julio). En agosto, día de la madre. Después, viene el día del niño. Después, o casi simultáneamente con el día del niño, está decorada para el 15 de setiembre.
Bien, aquí está lo bueno. Casi ni se ha terminado la semana cívica cuando ya están quitando los adornos, las banderas, y todo esto, y lo cambian por adornos de navidad.
Ese día comienza mi navidad. Bueno, es que no ocupo mucho para que llegue. Desde hace unos días sentí esos vientos de diciembre, hoy está tan soleado como cuando ya va a ser navidad... Hoy estuve oyendo "Let It Snow"...
Es que verdaderamente la navidad es la época más bonita del año... Pero mejor reservo el tema para más adelante, porque se vienen tiempos en los que los no-navideños mejor que ni se acerquen a este blog.
¿Y es que a quién no se le va a contagiar todo el espíritu, con los anuncios en los periódicos, y demás? Ah, qué lindo...
En fin... Esta entrada es nada más el preámbulo de eso, el anuncio de que, de ahora en adelante, ya llegó la temporada navideña en mi mundo.
Most Severely Annoyed...
Publicadas por Carla a la/s 12:12 p. m. Etiquetas: Bitter, Cyanide, Vida en GeneralNo sé... No ha sido el mejor día de mi vida...
Por lo menos pude ir un rato a la 016... Eso me alegra...
...Siempre que sucede igual, pasa lo mismo...
Hmmm, hoy en efecto nada ha sido un aceptable augurio... Y mucho es por esa enfermedad de saber lo que no se quiere saber...
Ah, y un comentario más: No soy del tipo de persona que capta esas indirectas, no soy del tipo de nena que se va a dar por aludida... Lo que haya que decir, que se me diga... No me gustan esas medias tintas. Anoto que yo sí intenté.
And hell yeah! The grammar sheriff... La vi y fue amor a primera vista...
...Interesting...
Yay! ^^
Hoy no tengo pretextos ni disculpas
para cantarte a ti,
para escribirte un verso y descolgarte desde aquí
hasta las ganas de la mañana ya por venir.
Hoy primero del segundo del año
mientras esta mujer rompe el espacio
para inventarse al fin,
para mirarla toda en el silencio y de perfil,
tomo tus manos como escenario para existir.
Y es que no importa que digan
que esta trillado
hablar de amor, que maldigan
si no han probado
la noche en sus brazos de sol.
Se detiene el reloj sobre nosotros,
caen las diez que resbalan por sus hombros
y se cuela la luz
que se enreda en tu pelo pero la liberas tú.
Oro y diamante
por un instante de tono azul.
Y es que no importa que digan
que esta trillado
hablar de amor, que maldigan
si no han probado
la noche en sus brazos de sol.
Alejandro Filio
Bienaventuranzas (Reprise)
Publicadas por Carla a la/s 4:41 p. m. Etiquetas: (Des)Amor, Bitter, Vida en GeneralPor más que haya sido quizás la filosofía que más me ha salvado la vida, a veces sí que es difícil no esperar nada de nadie. Es más, raya en lo imposible... Seamos sinceros: lo es.
...No pude evitar esperar algo. No sé, tontera mía... Suele pasar...
...Pero se presenta este asunto que me quita el sueño todas las noches, que incluso me despierta entre pesadillas, y la respuesta no podía ser más insípida y ambigua.
Ups?
A pesar de todo, la vida sigue, y sigue un ritmo de remolino que jamás me habría imaginado, y al mejor estilo del fénix, la felicidad renace momento a momento. Todo está en verla.
Downs?
Se ocupa una mirada entrenada para poder ver todas aquellas "pequeñas cosas"... No sé si en este momento la tendré o sigo ocupando lentes metafísicos...
Call Of The Wild
Publicadas por Carla a la/s 4:03 p. m. Etiquetas: Curiosidades, Happy, Recuerdos, Vida en GeneralNah, no era taaan urgente. Pude haber esperado un poco más. A lo mejor hasta podría haber esperado hasta ahora, con un poco de esfuerzo. Pero no sé. Había algo ahí entre los árboles, con la garúa, las plantitas pequeñas y de colores, de las que uno casi nunca ve. El lote es irregular, tiene una parte de bosque secundario. En el centro tiene un árbol enorme, con miles de enredaderas, parásitas y epífitas, así como llamándolo a uno en ese momento que ya no puede aguantar las ganas de orinar.
¿Qué tan poco glamour puede tener ir a orinar detrás de un palo? Al inicio no quería, me parecía feo. Siempre me ha parecido feo, de hecho. El caballillo andaba ahí rondando los alrededores, y está sinceramente desquiciado, así que además me incomodaba la idea de estar en una situación comprometedora y tener que salir corriendo con los pantalones bajos porque al caballo se le metió el agua.
Nope, no me cuadraba la idea... ¿Yo? ¡Jamás!
... Pero de pronto la idea no fue tan descabellada, la voz del fondo de la cabeza diciendo "Ah, qué carajo..." Kleenex en mano, detrás del palo nos fuimos...
Es complicadísimo. Uno no aprecia las bondades de los inodoros. Todo sería muchísimo más fácil siendo hombre. En dos silbiditos ya terminaron, y sin todo el desastre del cálculo y de la posibilidad de inundarse los zapatos. Nunca había ido al baño al mejor estilo de mis ancestros muy ancestros, fue toda una aventura.
No sabía a qué altura era lo mejor, la incomodidad de que el caballo de verdad se alocara, que de algún lado saliera algún tipo, no sé, de todo. Además, nunca he sido demasiado buena haciendo sentadillas, y me temblaban las rodillas que era un contento...
Yo agachada y escogiendo un lugar sin hierbitas demasiado altas... En fin, fallé con las hierbitas. En todo lado eran demasiado altas. Hay que lidiar con ese tipo de asuntos.
Ah, no, y hay que mencionarlo: Era una especie de bajadita, y el charquito crecía peligrosamente y se acercaba a los ruedos de mi pantalón...
Estaba en lo más y mejor cuando el caballo de hecho comenzó a acercarse... Se me quedó viendo directo a los ojos y caminó hasta que quedó como a los 2 metros. Se me salía el corazón, con ese caballo. Bueno, paró y comenzó a comerse unas hojas...
En fin, de una forma u otra lo logré. Ah, la gloria. Festival en la vejiga.
¿Que por qué documento esto tan coloquial para muchos? Pues sencillamente no sé por qué no habría de publicarlo... Yo creo que es parte de mi política anti-tabú... Es lo más normal del mundo, y me encanta la incomodidad que le va a provocar a más de uno... ¿Por qué la gente se pone así con todo lo que es corporalidad, y demás?
Aquel que no orine, que tire la primera piedra.
Y a todos aquellos -especialmente aquellas- que nunca han ido a orinar ahí en el medio de la nada, de verdad les recomiendo la experiencia.
Este cuento sencillamente NECESITA estar aquí. Para todos aquellos a los que les guste Cortázar, o la lectura en general, o los buenos textos en particular, aquí lo tienen.
"Cuidamos las mancuspias hasta bastante tarde, ahora con el calor del verano se llenan de caprichos y versatilidades, las más atrasadas reclaman alimentación especial y les llevamos avena malteada en grandes fuentes de loza; las mayores están mudando el pelaje del lomo, de manera que es preciso ponerlas aparte, atarles una manta de abrigo y cuidar que no se junten de noche con las mancuspias que duermen en jaulas y reciben alimento cada ocho horas.
No nos sentimos bien. Esto viene desde la mañana, tal vez por el viento caliente que soplaba al amanecer, antes de que naciera este sol alquitranado que dio en la casa todo el día. Nos cuesta atender a los animales enfermos -esto se hace a las once- y revisar las crías después de la siesta. Nos parece cada vez más penoso andar, seguir la rutina; sospechamos que una sola noche de desatención sería funesta para las mancuspias, la ruina irreparable de nuestra vida. Andamos entonces sin reflexionar, cumpliendo uno tras otro los actos que el hábito escalona, deteniéndonos apenas para comer (hay trozos de pan en la mesa y sobre la repisa del living) o mirarnos en el espejo que duplica el dormitorio. De noche caemos repentinamente en la cama, y la tendencia a cepillarnos los dientes antes de dormir cede a la fatiga, alcanza apenas a sustituirse por un gesto hacia la lámpara o los remedios. Afuera se oye andar y andar en círculo a las mancuspias adultas.
No nos sentimos bien. Uno de nosotros es Aconitum, es decir que debe medicamentarse con aconitum en diluciones altas si, por ejemplo, el miedo le ocasiona vértigo. Aconitum es una violenta tormenta, que pasa pronto. De qué otro modo describir el contraataque a una ansiedad que nace de cualquier insignificancia, de la nada. Una mujer se enfrenta repentinamente con un perro y comienza a sentirse violentamente mareada. Entonces aconitum, y al poco rato sólo queda un mareo dulce, con tendencia a marchar hacia atrás (esto nos ocurrió, pero era un caso Bryonia, lo mismo que sentir que nos hundíamos con, o a través de la cama).
El otro, en cambio, es marcadamente Nux Vomica. Después de llevar la avena malteada a las mancuspias, tal vez por agacharse demasiado al llenar la escudilla, siente de golpe como si le girara el cerebro, no que todo gire en torno -el vértigo en sí- sino que la visión es la que gira, dentro de él la conciencia gira como un giróscopo en su aro, y afuera todo está tremendamente inmóvil, sólo que huyendo e inasible. Hemos pensado si no será más bien un cuadro de Phosphorus, porque además lo aterra el perfume de las flores (o el de las mancuspias pequeñas, que huelen débilmente a lila) y coincide físicamente con el cuadro fosfórico: es alto, delgado, anhela bebidas frías, helados y sal.
De noche no es tanto, nos ayudan la fatiga y el silencio -porque el rondar de las mancuspias escande dulcemente este silencio de la pampa- y a veces dormimos hasta el amanecer y nos despierta un esperanzado sentimiento de mejoría. Si uno de nosotros salta de la cama antes que el otro, puede ocurrir con todo que asistamos consternados a la repetición de un fenómeno Camphora monobromata, pues cree que marcha en una dirección cuando en realidad lo está haciendo en la opuesta. Es terrible, vamos con toda seguridad hacia el baño, y de improviso sentimos en la cara la piel desnuda del espejo alto. Casi siempre lo tomamos a broma, porque hay que pensar en el trabajo que espera y de nada serviría desanimarnos tan pronto. Se buscan los glóbulos, se cumplen sin comentarios ni desalientos las instrucciones del doctor Harbin. (Tal vez en secreto seamos un poco Natrum muriaticum. Típicamente, un natrum llora, pero nadie debe observarlo. Es triste, es reservado; le gusta la sal.)
¿Quién puede pensar en tantas vanidades si la tarea espera en los corrales, en el invernadero y en el tambo? Ya andan Leonor y el Chango alborotando fuera, y cuando salimos con los termómetros y las bateas para el baño, los dos se precipitan al trabajo como queriendo cansarse pronto, organizando su haraganeo de la tarde. Lo sabemos muy bien, por eso nos alegra tener salud para cumplir nosotros mismos con cada cosa. Mientras no pase de esto y no aparezcan las cefaleas, podemos seguir. Ahora es febrero, en mayo estarán vendidas las mancuspias y nosotros a salvo por todo el invierno. Se puede continuar todavía.
Las mancuspias nos entretienen mucho, en parte porque están llenas de sagacidad y malevolencia, en parte porque su cría es un trabajo sutil, necesitado de una precisión incesante y minuciosa. No tenemos por qué abundar, pero esto es un ejemplo: uno de nosotros saca las mancuspias madres de las jaulas de invernadero -son las 6.30 a.m.- y las reúne en el corral de pastos secos. Las deja retozar veinte minutos, mientras el otro retira los pichones de las casillas numeradas donde cada uno tiene su historia clínica, verifica rápidamente la temperatura rectal, devuelve a su casilla los que exceden los 37.1º, y por una manga de hojalata trae el resto a reunirse con sus madres para la lactancia. Tal vez sea este el momento más hermoso de la mañana, nos conmueve el alborozo de las pequeñas mancuspias y sus madres, su rumoroso parloteo sostenido. Apoyados en la baranda del corral olvidamos la figura del mediodía que se acerca, de la dura tarde inaplazable. Por momentos tenemos un poco de miedo a mirar hacia el suelo del corral -un cuadro Onosmodium marcadísimo-, pero pasa y la luz nos salva del síntoma complementario, de la cefalea que se agrava con la oscuridad.
A las ocho es hora del baño, uno de nosotros va echando puñados de sales Krüschen y afrecho en las bateas, la otra dirige al Chango que trae cubos de agua tibia. A las mancuspias madres no les agrada el baño, hay que tomarlas con cuidado de las orejas y las patas, sujetándolas como conejos, y sumergirlas muchas veces en la batea. Las mancuspias se desesperan y erizan, eso es lo que queremos para que las sales penetren hasta la piel tan delicada.
A Leonor le toca dar de comer a las madres, y lo hace muy bien; nunca vimos que errara en la distribución de porciones. Se les da avena malteada, y dos veces por semana leche con vino blanco. Desconfiamos un poco del Chango, nos parece que se bebe el vino; sería mejor guardar la bordalesa adentro, pero la casa es chica y luego ese olor dulzón que rezuma en las horas del sol alto.
Tal vez esto que decimos fuera monótono e inútil si no estuviese cambiando lentamente dentro de su repetición; en los últimos días -ahora que entramos en el período crítico del destete- uno de nosotros ha debido reconocer, con qué amargo asentimiento, el avance de un cuadro Silica. Empieza en el momento mismo en que nos domina el sueño, es un perder la estabilidad, un salto adentro, un vértigo que trepa por la columna vertebral hacia el interior de la cabeza; como el mismo trepar reptante (no hay otra descripción) de las pequeñas mancuspias por los postes de los corrales. Entonces, de repente, sobre el pozo negro del sueño donde ya caíamos deliciosamente, somos ese poste duro y ácido al que trepan jugando las mancuspias. Y es peor cerrando los ojos. Así se va el sueño, nadie duerme con ojos abiertos, nos morimos de cansancio pero basta un leve abandono para sentir el vértigo que repta, un vaivén en el cráneo, como si la cabeza estuviera llena de cosas vivas que giran a su alrededor. Como mancuspias.
Y es tan ridículo, se ha probado que a los enfermos silica les falta sílice, arena. Y nosotros aquí, rodeados de médanos, en un pequeño valle amenazado de médanos inmensos, faltándonos arena cuando íbamos a dormirnos.
Contra la probabilidad de que esto avance, hemos preferido perder algún tiempo dosificándonos severamente; advertimos a las doce horas que la reacción es favorable, y la tarde de trabajo sucede sin obstáculos, apenas, quizá, un leve desacomodo de las cosas, de pronto como si los objetos se pararan delante nuestro, irguiéndose sin moverse; una sensación de arista viva en cada plano. Sospechamos un viraje a Dulcamara, pero no es fácil estar seguros.
En el aire flotan leves las pelusas de las mancuspias adultas, después de la siesta vamos con tijeras y unas bolsas de caucho al corral alambrado donde el Chango las reúne para la esquila. Ya en febrero hace fresco de noche, las mancuspias necesitan el pelo porque duermen estiradas y carecen de la protección que se dan a sí mismos los animales que se ovillan replegando las patas. Sin embargo, pierden el pelo del lomo, pelechan despacio y a pleno aire, el viento alza del corral una fina niebla de pelos que cosquillean en la nariz y nos hostigan hasta dentro de la casa. Entonces reunimos a las mancuspias y les tusamos el lomo a media altura, cuidando de no privarlas de calor; cuando cae ese pelo, demasiado corto para flotar en el aire, va formando un polvillo amarillento que Leonor moja con la manguera y junta diariamente en una bola de pasta que se tira al pozo.
Uno de nosotros tiene entre tanto que aparear los machos con las mancuspias jóvenes, pesar los pichones mientras el Chango lee en voz alta los pesos del día anterior, verificar el adelanto de cada mancuspia y apartar a las atrasadas para someterlas a la sobrealimentación. Esto nos lleva hasta el anochecer; sólo falta la avena de la segunda comida que Leonor reparte en un momento, y encerrar a las mancuspias madres mientras las pequeñas chillan y se obstinan en seguir a su lado. Es el Chango quien se ocupa del aparte, ya nosotros estamos en la veranda controlando. A las ocho se cierran las puertas y ventanas; a las ocho nos quedamos solos adentro.
Antes era un momento dulce, el recuento de episodios y de esperanzas. Pero desde que no nos sentimos bien parece como si esta hora fuese más pesada. Vanamente nos engañamos con el arreglo del botiquín -es frecuente que el orden alfabético de los remedios se altere por descuido-, siempre al final nos vamos quedando callados en la mesa, leyendo el manual de Alvarez de Toledo ("Estúdiate a ti mismo") o el Humphreys ("Mentor Homeopático"). Uno de nosotros ha tenido con intermitencias una fase Pulsatilla, vale decir que tiende a mostrarse voluble, llorona, exigente, irritable. Esto aflora al anochecer, y coincide con el cuadro Petroleum que afecta al otro, un estado en el que todo -cosas, voces, recuerdos- pasan por encima de él, entumeciéndolo y envarándolo. Así es que no hay choque, apenas un sufrir paralelo y tolerable. Después, a veces, viene el sueño.
Tampoco quisiéramos poner en estas notas un énfasis progresivo, un crecer articulándose hasta el estallido patético de la gran orquesta, tras la cual decrecen las voces y se reingresa a una calma de hartazgo. A veces estas cosas que inscribimos ya nos han ocurrido (como la gran cefalea Glonoinum el día en que nació la segunda camada de mancuspias), a veces es ahora o por la mañana. Creemos necesario documentar estas fases para que el doctor Harbin las agregue a nuestra historia clínica cuando volvamos a Buenos Aires. No somos hábiles, sabemos que de pronto nos salimos del tema, pero el doctor Harbin prefiere conocer los detalles circundantes de los cuadros. Ese roce contra la ventana del baño que oímos de noche puede ser importante. Puede ser un síntoma Cannabis indica; ya se sabe que un cannabis indica tiene sensaciones exaltadas, con exageración de tiempo y distancia. Puede ser una mancuspia que se ha escapado y viene como todas a la luz.
Al principio éramos optimistas, todavía no hemos perdido la esperanza de ganar una buena suma con la venta de las crías jóvenes. Nos levantamos temprano, midiendo el creciente valor del tiempo en la fase final, y al principio casi no nos afecta la fuga del Chango y Leonor. Sin preaviso, sin cumplir para nada el estatuto, se nos han ido anoche los muy hijos de puta, llevándose el caballo y el sulky, la manta de una de nosotros, el farol a carburo, el último número de Mundo Argentino. Por el silencio en los corrales sospechamos su ausencia, hay que apurarse a soltar las crías para la lactancia, preparar los baños, la avena malteada. Todo el tiempo pensamos que no se debe pensar en lo ocurrido, trabajamos sin admitir que ahora estamos solos, sin caballo para salvar las seis leguas hasta Puan, con provisiones para una semana, y rondados por linyeras inútiles ahora que en las otras poblaciones se ha difundido el rumor estúpido de que criamos mancuspias y nadie se arrima por miedo a enfermedades. Sólo trabajando y con salud podemos tolerar una conjuración que nos agobia hacia mediodía, en el alto del almuerzo (una de nosotros prepara bruscamente una lata de lenguas y otra de arvejas, fríe jamón con huevos), que rechaza la idea de no dormir la siesta, nos encierra en la sombra del dormitorio con más dureza que las puertas a doble cerrojo. Recién ahora recordamos con claridad el mal dormir de la noche, ese vértigo curioso, transparente, si se nos permite inventar esta expresión. Al despertar, al levantarnos, mirando hacia delante, cualquier objeto -pongamos, por ejemplo, el ropero- es visto rotando a velocidad variable y desviándose en forma inconstante hacia un costado (lado derecho); mientras al mismo tiempo, a través del remolino, se observa el mismo ropero parado firmemente y sin moverse. No hay que pensar mucho para distinguir allí un cuadro Cyclamen, de modo que el tratamiento actúa en pocos minutos y nos equilibra para la marcha y el trabajo. Mucho peor es advertir en plena siesta (cuando las cosas son tan ellas mismas, cuando el sol las repliega duramente en sus aristas) que en corral de las mancuspias grandes hay agitación y parloteo, una renuncia súbita e inquietante al reposo que las engorda. No queremos salir, el sol alto sería la cefalea, cómo admitir ahora la posibilidad de cefalea, cuando todo depende de nuestro trabajo. Pero habrá que hacerlo, crece la inquietud de las mancuspias y es imposible seguir en la casa cuando de los corrales llega un rumor nunca oído, entonces nos lanzamos fuera protegidos por cascos de corcho, nos separamos después de un precipitado conciliábulo, una de nosotros corre a las jaulas de las madres en tanto que el otro verifica los cierres de portones, el nivel del agua en el tanque australiano, la posible irrupción de una zorra o un gato montés. Apenas llegamos a la entrada de los corrales y ya nos enceguece el sol, como albinos vacilamos entre las llamaradas blancas, quisiéramos continuar el trabajo pero es tarde, el cuadro Belladona nos arrasa hasta precipitarnos agotados en la hondura sombría del galpón. Congestionados, cara roja y caliente; pupilas dilatadas. Violentas punzadas y lanzazos. Cefalea como sacudidas. A cada paso sacudida hacia abajo como si hubiera un peso en le occipital. Cuchilladas y punzadas. Dolor de estallido; como si se empujara el cerebro; peor agachándose, como si el cerebro cayera hacia fuera, como si fuera empujado hacia delante, o los ojos estuvieran por salirse. (Como esto, como aquello; pero nunca como es de veras). Peor con los ruidos, sacudidas, movimiento, luz. Y de pronto cesa, la sombra y la frescura se la lleva en un instante, nos deja una maravillada gratitud, un deseo de correr y sacudir la cabeza, asombrarse de que un minuto antes... Pero está el trabajo, y ahora sospechamos que la inquietud de las mancuspias obedece a falta de agua fresca, a la ausencia de Leonor y el Chango -son tan sensibles que han de sentir de algún modo esa ausencia-, y un poco a que extrañan el cambio en las labores de la mañana, nuestra torpeza, nuestro apuro.
Como no es día de esquila, uno de nosotros se ocupa del apareo prefijado y del control de peso; es fácil advertir que de ayer a hoy las crías han desmejorado bruscamente. Las madres comen mal, huelen prolongadamente la avena malteada antes de dignarse morder la tibia pasta alimenticia. Cumplimos silenciosos las últimas tareas, ahora la venida de la noche tiene otro sentido que no queremos examinar, ya no nos separamos como antes de un orden establecido y funcionando, de Leonor y el Chango y las mancuspias en sus sitios. Cerrar las puertas de la casa es dejar a solas un mundo sin legislación, librado a los sucesos de la noche y el alba. Entramos temerosos y prolijos, demorando el momento, incapaces de aplazarlo y por eso furtivos y esquivándonos, con toda la noche que espera como un ojo.
Por suerte tenemos sueño, la insolación y el trabajo pueden más que una inquietud incomunicada, nos vamos quedando dormidos sobre los restos fríos que masticamos penosamente, los recortes de huevo frito y pan mojado en leche. Algo rasca otra vez en la ventana del baño, en el techo parecen oírse corrimientos furtivos, no sopla viento, es noche de luna llena y los gallos cantarían antes de medianoche, si tuviéramos gallos. Vamos a la cama sin hablar, distribuyéndonos casi a tientas la última dosis del tratamiento. Con la luz apagada -pero no está bien dicho, no hay luz apagada, simplemente falta la luz, la casa es un fondo de tiniebla y por fuera todo luna llena- queremos decirnos algo y es apenas un preguntarse por mañana, por la forma de conseguir el alimento, llegar al pueblo. Y nos dormimos. Una hora, no más, el hilo ceniciento que tira la ventana apenas se ha movido hacia la cama. De pronto estamos sentados a oscuras, oyendo a oscuras porque se oye mejor. Algo les pasa a las mancuspias, el rumor es ahora un clamoreo rabioso o aterrado, se distingue el aullido afilado de las hembras y el ulular más bronco de los machos, se interrumpen de pronto y por la casa se mueve como una ráfaga de silencio, entonces otra vez el clamoreo crece contra la noche y la distancia. No pensamos en salir, demasiado es estar oyéndolas, uno de nosotros duda si los alaridos son fuera o aquí porque hay momentos en que nacen como desde dentro, y a lo largo de esa hora entramos en un cuadro Aconitum donde todo se confunde y nada es menos cierto que su contrario. Sí, las cefaleas vienen con tal violencia que apenas se las puede describir. Sensación de desgarro, de quemazón en el cerebro, en el cuero cabelludo, con miedo, con fiebre, con angustia. Plenitud y pesadez en la frente, como si allí hubiera un peso que presionara hacia fuera: como si todo fuera arrancado por la frente. Aconitum es repentino; salvaje; peor por vientos fríos; con inquietud, angustia, miedo. Las mancuspias rondan la casa, inútil repetirnos que están en los corrales, que los candados resisten.
No advertimos el amanecer, hacia las cinco nos abate un sueño sin reposos del que salen nuestras manos a hora fija para llevar los glóbulos a la boca. Hace rato que golpean en la puerta del living, los golpes crecen con rabia hasta que uno de nosotros deja que las zapatillas se pongan sus pies y se arrastren hasta la llave. Es la policía con la noticia del arresto del Chango; nos traen de vuelta el sulky, allá sospecharon el robo y el abandono. Hay que firmar una declaración, todo está bien, el sol alto y un gran silencio en los corrales. Los policías miran los corrales, uno se tapa la nariz con el pañuelo, hace como que tose. Decimos pronto lo que quieren, firmamos, y se van casi corriendo, pasan lejos de los corrales y los miran, también a nosotros nos han mirado, aventurando una ojeada al interior (sale un aire estancado por la puerta), y se van casi corriendo. Es muy curioso que estos brutos no quieran espiar más, huyen como apestados, ya pasan al galope por el camino del costado.
Una de nosotros parece decidir personalmente que el otro irá en seguida a buscar alimento con el sulky, mientras se cumple la tarea matinal. Subimos sin ganas, el caballo está cansado porque lo han traído sin respiro, vamos saliendo de a poco y mirando atrás. Todo está en orden, entonces no eran las mancuspias las que hacían ruidos en la casa, habrá que fumigar las ratas del tejado, asombra el ruido que una sola rata puede hacer de noche. Abrimos los corrales, juntamos las madres pero apenas queda avena malteada y las mancuspias pelean ferozmente, se arrancan pedazos de lomo y de cuello, les salta la sangre y hay que separarlas a látigo y gritos. Después de eso la lactancia de las crías es penosa e imperfecta, se advierte que los pichones están hambrientos, algunos vacilan al correr o se apoyan en los alambrados. Hay un macho muerto a la entrada de la jaula, inexplicablemente. Y el caballo se resiste a trotar, ya estamos a diez cuadras de la casa y todavía al paso, con la cabeza caída y resollando. Desanimados emprendemos la vuelta, llegamos para ver cómo los últimos restos de alimento se pierden en un revuelo de pelea.
Volvemos sin obstinarnos a la veranda. En el primer peldaño hay un pichón de mancuspia muriéndose. Lo alzamos, lo ponemos en un canasto con paja, quisiéramos saber qué tiene pero se muere con la muerte oscura de los animales. Y los candados estaban intactos, no se sabe cómo pudo escapar esta mancuspia, si su muerte es la escapatoria o si ha escapado porque se estaba muriendo. Le echamos diez glóbulos de Nux Vomica en el pico, se quedan ahí como perlitas, ya no puede tragar. Desde donde estamos se ve un macho caído sobre las manos; intenta alzarse con una sacudida, pero vuelve a caer como si rezara.
Nos parece oír gritos, tan cerca nuestro que hasta miramos debajo de las sillas de paja de la veranda; el doctor Harbín nos ha prevenido contra las reacciones animales que atacan de mañana, no habíamos pensado que pudiera ser una cefalea así. Dolor occipital, de tanto un grito: cuadro de Apis, dolores como picaduras de abejas. Doblamos la cabeza hacia atrás, o la hundimos contra la almohada (en algún momento hemos llegado a la cama). Sin sed, pero sudando; orina escasa, gritos penetrantes. Como magullados, sensibles al tacto; en un momento nos dimos la mano y fue terrible. Hasta que cesa, paulatina, dejándonos el temor de una repetición con variante animal, como ya una vez: tras de la abeja, el cuadro de la serpiente. Son las dos y media.
Preferimos completar estos informes mientras dura la luz y estamos bien. Uno de nosotros debería ir ahora al pueblo, si pasa la siesta se nos hará muy tarde para volver, y quedarnos solos toda la noche en la casa, quizá sin poder medicamentarnos... La siesta se estanca silenciosa, hace calor en las piezas, si vamos hasta la veranda nos rechaza el color de tiza de la tierra, los galpones, los tejados. Han muerto otras mancuspias pero el resto calla, sólo de cerca se las oiría jadear. Una de nosotros cree que alcanzaremos a venderlas, que debemos ir al pueblo. El otro hace estos apuntes y ya no cree en mucho. Que pase el calor, que sea de noche. Salimos casi a las siete, todavía hay unos puñados de alimentos en el galpón, sacudiendo las bolsas cae un polvillo de avena que juntamos preciosamente. Ellas lo olfatean y la agitación en las jaulas es violenta. No nos atrevemos a soltarlas, es mejor poner una cucharada de pasta en cada jaula, así parece que están más satisfechas, que es más justo. Ni siquiera sacamos las mancuspias muertas, no nos explicamos cómo hay diez jaulas vacías, cómo parte de las crías anda mezclada con los machos en el corral. Se ve apenas, ahora anochece de golpe y el Chango nos robó el farol a carburo.
Parece como si en el camino, contra el monte de sauces, hubiera gente. Sería el momento de llamar para que alguien fuese al pueblo; todavía hay tiempo. A veces pensamos si no nos espían, la gente es tan ignorante y nos tiene tan entre ojos. Preferimos no pensar y cerramos la puerta con delicia, replegados a la casa donde todo es más nuestro. Quisiéramos consultar los manuales para precavernos de un nuevo Apis, o del otro animal todavía peor; dejamos la cena y leemos en voz alta, casi sin oír. Algunas frases suben sobre las otras, y afuera es igual, algunas mancuspias aúllan más alto que el resto, perduran y repiten un ulular lancinante. "Crotalus cascavella tiene alucinaciones peculiares..." uno de nosotros repite la mención, nos alegra comprender tan bien el latín, crótalo cascabel, pero es decir lo mismo porque cascabel equivale a crótalo. Quizá el manual no quiere impresionar a los enfermos comunes con la mención directa del animal. Y sin embargo, lo nombra, esta terrible serpiente... "cuyo veneno actúa con espantosa intensidad". Tenemos que forzar la voz para oírnos entre el clamor de las mancuspias, otra vez las sentimos cerca de al casa, en los techos, rascando las ventanas, contra los dinteles. De alguna manera no es ya raro, por la tarde vimos tantas jaulas abiertas, pero la casa está cerrada y la luz en el comedor nos envuelve en una fría protección mientras nos ilustramos a gritos. Todo está claro en el manual, un lenguaje directo para enfermos sin prejuicios, la descripción del cuadro: cefalea y gran excitación, causadas por comenzar a dormir. (Pero por suerte no tenemos sueño.) El cráneo comprime el cerebro como un casco de acero - bien dicho. Algo viviente camina en círculo dentro de la cabeza. (Entonces la casa es nuestra cabeza, la sentimos rondada, cada ventana es una oreja contra el aullar de las mancuspias ahí afuera.) Cabeza y pecho comprimidos por una armadura de hierro. Un hierro al rojo hundido en el vertex. No estamos seguros sobre el vertex, hace un momento que la luz vacila, cede poco a poco, nos olvidamos de poner en marcha el molino por la tarde. Cuando ya no se puede leer encendemos una vela junto al manual para terminar de enterarnos de los síntomas, es mejor saber por si más tarde - Dolores lancinantes agudos en sien derecha, esta terrible serpiente cuyo veneno actúa con espantosa intensidad (ya leímos eso, es difícil alumbrar el manual con una vela), algo viviente camina en círculo dentro de la cabeza, también lo leímos y es así, algo viviente camina en círculo. No estamos inquietos, peor es afuera, si hay afuera. Por sobre el manual nos estamos mirando, y si uno de nosotros alude con un gesto al aullar que crece más y más, volvemos a la lectura como seguros de que todo está hora ahí, donde algo viviente camina en círculo aullando contra las ventanas, contra los oídos, el aullar de las mancuspias muriéndose de hambre."
Julio Cortázar; Bestiario, Buenos Aires, Sudamericana, 1994
Tarea para mis cuchurrumines y cuchurruminas, averiguar el nombre científico de las mancuspias.
"Apenas él le amalaba el noema, a ella se le espejunaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes"
Nothing lasts forever... Even cold november rain.
Como El Viento En Mitad Del Mar
Publicadas por Carla a la/s 8:17 a. m. Etiquetas: (Des)Amor, Bitter, RecuerdosSueño peculiar.
Morías. Yo estaba ahí como a la vez sin estar... Y te movía, y te veía la cara, y lloraba como loca. No podía parar de llorar. Estabas en el suelo, te habían vestido y estaban trayendo el ataúd.
Luego, el sueño cambiaba completamente, yo estaba en la U. Era casi de noche y me topaba con él. Nos sentábamos a hablar, y sin llorar le contaba con detalle cómo era que habías muerto.
No quiero interpretaciones amateurs, porque salta a la vista la que me darían...
Dammit, pasé 3 horas adonde mi estilista para al final rogarle que me dejara el pelo largo porque por fin lo había vuelto a tener así... Y estuvo a unos 10 cm de dejarme coca...
...Going slightly mad...
...En revolución contra el mundo...
...Dazed and Confused...
...With Rockin' pneumonia & Boogie Woogie Fever...
...Mentira, eso no. Eso sería bueno...
...Ah, y muy seriamente encariñada con alguien. (Enamoramiento es una palabra grande que aún no me merece)...
Con Dedicatoria
Publicadas por Carla a la/s 4:47 p. m. Etiquetas: (Des)Amor, Bitter, Lyrics, Musique, VideoDido
I've driven round in circles for three hours
It was bound to happen that I'd end up at your yours
I temporarily forgot there's better days to come
I thought that I would give it just one more chance
Cos' I want, tonight, what I've been waiting for
But I found, tonight, what I'd been warned about
You think you are complicated, deep mystery to all
Well it's taken me a while to see, you're not so special
All energy no meaning, with a lot of words
So paper thin that one real feeling, could knock you down
And I've seen, tonight, what I'd been warned about
I'm gonna leave, tonight, before I change my mind
So see you when your 40, lost and all alone
being comforted by strangers you'll never need to know
not sad because you lost me
but sad because you thought it was cool to be sad
You think misery will make you stand apart from the crowd
well if you had walked past me today I wouldn't have picked you out
I wouldn't have picked you out
I wouldn't have picked you out
now I've seen, tonight, how I could have waste my time
and I'll be on my way, and I won't be back
cos I've seen, tonight, what I've been warned about
you're just a boy, not a man, and I'm not coming back
A mí tampoco me gustan esos ataques, salvo que las circunstancias los ameriten. No es para quien creerían que es.
El día comenzó viendo "La Historia Oficial", la película de los desaparecidos argentinos, y demás. Como era de suponerse, estaba toda hablada en argentinés, un poco difícil de entender para nosotros los más boreales. (Cero "B" de segunda, vacotota :P).
Bueno, el horror fue que descubrí que efectivamente me sé el himno de argentina, y todo el mundo me veía feo cuando lo coreé con la película... ¿Por qué me habrán visto feo?
Y bueno, llego a mi casa y está mi amigo el numismático y me regala 50 centavos de 1960 de Argentina...
Qué a tiempo hicimos las paces, compañera... Porque te lo juro, percanta, que estuviste así de que tuvieran que shevarme loca...
Y sin embargo te quiero...
Publicadas por Carla a la/s 7:41 a. m. Etiquetas: (Des)Amor, Bitter, Lyrics, Musique, VideoPero nunca quise poner atención.
Cuando llegaron los llantos
Ya estabas muy dentro de mi corazón.
Te esperaba hasta muy tarde.
Ningún reproche te hacía.
Lo más que te preguntaba
Era que si me querías.
Y bajo tus besos, en la madrugada,
Sin que tú notaras la cruz de mi angustia,
Solía cantar…
Te quiero más que a mis ojos,
Te quiero más que a mi vida.
Más que al aire que respiro
Y más que a la mar mía.
Que se me paren los pulsos
Si te dejo de querer.
Que las campanas me doblen
Si te falto alguna vez.
Eres mi vida y mi muerte,
Te lo juro, compañero.
No debía de quererte,
No debía de quererte,
Y sin embargo te quiero…
Así fue que no volví a escribir...
Publicadas por Carla a la/s 7:33 a. m. Etiquetas: (Des)Amor, Happy, Pequeños Monstruitos, Vida en GeneralComo ya le había comentado a varios, mi compu ya me había anunciado que ocupaba cartarsis... jeje... Y bueno, borré con toda la sangre fría del caso el 90% de mis escritos de noveno a acá. Borré poemas, cartas, cuentos, un archivo de 52 páginas, amago de adivinen qué... Y me encontré este, que siempre me ha parecido comiquísimo. Como podrán suponer, también va para la cazuela, pero no antes de que lo puedan haber visto.
Lo curioso del asunto es lo dulcito (dulcete) que es, y que, contrario a lo que se podría pensar, lo escribí dolorosamente soltera... Después me cayó como anillo al dedo, pero en el momento de escribirlo era pura y simple paja. (Pero paja clarividente, jaja)
Helo aquí:
"Y así fue que no volví a escribir. No paré de hacerlo porque se me hubieran agotado las ideas. Al contrario, mi cabeza estaba más llena de ideas y palabras que nunca. Mirá: Dejé de escribir porque todos aquellos pedazos pedacitos y pedacitos de mí siempre se quedaban reservados para mis noches –o más bien para mis insomnios- sola. Salían de la oscuridad sólo para aquellos momentos en los que quería sonrojarme y pensar en vos a falta de tenerte.
Supongo que el asunto también venía de que no sabía cuánto ibas a durar en mi vida, qué iba a pasar al final. Prefería documentar y archivar mis alegrías que disfrutarlas en su momento. Así, para cuando las alegrías se hubieran acabado y de vos no me quedara más que la espina, las iba a sacar… para vivirlas por primera vez.
No te voy a negar que varias veces me perdiera al perderte. Esos buenos momentos fueron mi único consuelo por minutos que se tropezaban en mí y me veía cubierta de momentos pretéritos, mientras que mi presente fluía a mi lado, un hilillo de vida que no quería retomar sola.
La niebla era mi mundo. En esos momentos escribía lo que no podía sentir, para, leyéndolo y releyéndolo, poder llegar a creer que era mi verdad. Sonreía cuando estaba triste. Mis eventuales lágrimas eran de pura soledad. Si querés saberlo, pues sí, escribía sobre vos para sentirte menos lejos.
Al final, no sé todavía cómo te acercaste, qué hice para lograrlo, pero ahora que te tengo aquí, es cuando te cuento esta historia: es por vos que dejé de escribir. No te sintás culpable. Sabés que ni siquiera escribía bien. Es hasta ahora que no te voy a dejar ir, ni vos a mí que estoy abrazando mi vida, te abrazo a vos.
Y así fue que no volví a escribir. No es que paré de hacerlo, pero ya no vas a encontrar mis poemas en papel. Es que ahora mi inspiración son tus besos y mi tinta son los míos.
Si no te convenzo, y querés buscar mi último romance: Andá ve tu boca, ahí está impresa toda mi ternura, versado todo mi amor… Y con rima perfecta, así como vos y yo."
Oh, Gosh... ¿De verdad lo publiqué?
Sí, sí, yo sé... Demasiada miel, demasiado de todo, pero ya que se va a ir de mi disco duro, que quede para la posteridad en algún lugar... Extraño esa etapa adorablemente adolescente de mí...
Y los libres del mundo responden... (reprise)
Publicadas por Carla a la/s 6:09 p. m. Etiquetas: Happy, TangoCórtense una yema de un dedo con papel. Sigan haciendo cortes hasta que sangre bastante. Que toda la mano quede roja. Prénsense la mano en una puerta. Coman helado hasta llegar al brain-freeze. Peguen el pie contra un mueble, el dedo pequeño. Levántense en el bus y peguen la cabeza en la barra. Quémense con el sol, que la piel brille. Ampóllense las manos barriendo. Cáiganse y háganse un raspón de toda la pierna, hasta la rodilla. Esguíncense un tobillo. Carguen en la espalda más de lo que puedan soportar. Despiértense con el cuello contracturado. Dislóquense un hombro. Desmóntense el radio, quiébrense el cúbito. Rómpanse un ligamento. Arránquense un diente. Muérdanse la lengua. Quémense el paladar. Golpéense un ojo.
Y ahora viene lo bueno.
Agarren una navaja. Péguenle contra cemento hasta que se quede roma. Herrúmbrenla. Que quede días y días en la lluvia. Escojan un día soleado. Que canten los pájaros. Véanse el brazo y pónganle especial atención a los trillos de sangre. Pongan la navaja perpendicularmente y hagan un corte. Entre menos limpio mejor. Nada más dejen que la sangre fluya.Apenas se sientan débiles, pálidos y ya al borde del otro mundo, pongan atención a lo que oyen.
Exacto. Los pájaros siguen cantando.
We don't plan to...
Publicadas por Carla a la/s 4:01 p. m. Etiquetas: (Des)Amor, English, Funny, Happy, RecuerdosRecapitulando, buscando en el baúl de mi cabeza, me encontré una de mis memorias más hilarantes. Para añadirle al appeal, yo andaba con mi traje de western whore, con una rosa en el pelo, con fishnets, tacones altísimos, mi súper vestido strapless rojo/negro y con encaje, hmmm...
"Can you come here for a second? I know there's not much that a 74-year-old woman can offer to kids like you, except for experience, and that's why I want to tell you this.
Once I had this play, Cinderella, in which two of my leading parts were boyfriend and gilfriend; more exactly, they were the fairy godmother and the prince. They always were together, even backstage. The did everything together.
The day of the show, everything went just fine, but some time afterwards, we found out that the fairy godmother was pregnant with the prince's baby. Both moms came to talk to me like crazy, but we can't do anything about what they did off-stage.
So, why am I telling you all this? I just want to ask you something. If you're having sex, please, please, PLEASE wear protection!"
Después de estudiarte lentamente termino pensando
que faltan sobre mi paleta colores intensos
que reflejen tu rara belleza.
No puedo captar tu sonrisa,
plasmar tu mirada,
porque poco a poco
sólo pienso en ti.
Tú sigues viniendo y sigues posando
con mucha paciencia
porque siempre mi lienzo está en blanco.
Las horas se pasan volando.
Es poco el trabajo adelantado
para tu retrato.
Sospecho que no tienes prisa
y que te complace ver que poco a poco
sólo pienso en ti.
Sospecho que no tienes prisa
y que te complace ver que poco a poco
sólo pienso en ti...
¿Se notará que no me gusta el "tú"?
Frases sobre los besos, la imagen es para omitir la frase aquella de que el beso más difícil es el último. Omito mis sagrados comentarios. La imagen es de Roy Lichtenstein. ¿Quién más ama el arte pop?
La decisión del primer beso es la más crucial en cualquier historia de amor, porque contiene dentro de sí la rendición. Emil Ludwig
Para una mujer, el primer beso es el final del principio; para un hombre, el comienzo del final. Helen Rowland
El ruido de un beso no es tan retumbante como el de un cañón, pero su eco dura mucho más. Oliver Wendell Holmes
El primer beso es mágico, el segundo íntimo, el tercero rutinario. Raymond Chandler
¿Beso? Un truco encantado para dejar de hablar cuando las palabras se tornan superfluas. Ingrid Bergman
El más bello instante del amor, el único que verdaderamente nos embriaga, es este preludio: el beso. Paul Géraldy
P.S: La frase de que el beso más difícil es el último es de Paul Géraldy, un francés. Y la segunda imagen es el detalle de una pintura de Gustav Klimt. ¿Quién más ama el modernismo?
Esta entrada viene a nacer muerta por las cosas que me hicieron escribirla.
Ordené mi biblioteca, he ido sacando poco a poco todos esos libros de cuando era pequeña, de la escuela, y demás, y ha ido creciendo y transformándose en algo de lo que de verdad me siento orgullosa. Menciono, además, que no tengo que comprar libros en un buen tiempo. No me dejen.
Bueno, mis libros siempre tienen los lomos alineados, por lo que atrás queda un espacio. Ese espacio hoy estaba lleno de los artefactos más inesperados. Me encontré -sin mentir- una nariz de payaso, una tira de tela negra de unos dos metros, un retrato que me costó 30 euros, partes de una baraja de cartas, pastillas para todos los males habidos y por haber, una carta de amor que me escribieran algún día, un escrito mío impreso en papel anaranjado y todo roto, una rosa artificial, un disco que desde hace años daba por perdido... En fin, podría seguir para siempre.
...Pero noté algo curiosísimo. La tinta de la carta estaba corrida. Ni hace falta mencionar, espero, que mis libros están a salvo de cualquier fuente de agua... O sea, eso que corría la tinta, evidentemente tenía que ser que yo lloré sobre esa carta.
Me puse a recordar de cuándo era, y por la fecha y el contexto no entiendo por qué pude haber estado llorando sobre ella, cuando recuerdo ese momento como uno particularmente feliz...
Nada más no sé cómo volvería a verles la cara... No veo cómo no hacerlo, más bien... Me percaté de que hay un libro que nunca he abierto que ahora busca dueño en una gaveta, de que no podría reclamar mi moneda de 1889, o más de que no querría, me percaté de la palmera, del poyo, de que después de todo no me pasé de casa, y me percaté de que, de acuerdo con lo que vi en la carta, es oficial que ya no tengo más lágrimas que derramar al respecto.
Cambio súbito.
Sí es cierto, las manos podrán no ser como mis manos adoradas, que parecían de modelo de relojes. Jaja, qué manos... Hmmm, mejor ni lo pienso, que podría volver a irme de cabeza.
Nah, las manos de él también son grandes. Para variar, las estuve viendo con detenimiento. Tiene cicatrices en la mano izquierda, y aunque sea raro, no me disgustaron desde el principio, como suele pasar cuando veo manos así... Me gustaron bastante.
Ah, y como si fuera poco, no es mío. Jajajaja, ¿Alguien más quiere una Ironía en las rocas?
Y sí, esta entrada está sólo hecha de enumeraciones. Si los perdí en algún punto de todo, sépase que ese era el objetivo.
I hang my head and I advertise: "A soul for sale or rent"
Sería grosero no mencionarlo, me salvaste la vida, me soprendiste y te lo agradezco más de lo que te imaginarías.
En fin, por hoy nada más comento lo curioso que es encontrar esas personas con las que existe una empatía que no se sabe de dónde sale, pero que sentimos que las conocemos desde hace un par de vidas...
Fue cool, fue cool...
Y me encanta la barbita descuidada. Jajaja...
Día un poco accidentado ya hacia la tarde, pero bueno en general.
"... Like we never loved at all..." "...Pero no puedo aguantar estrechez de corazón..."
...Algo me dice que podría doler... Pero cuando uno se ha quebrado la cabeza, ya no duele que lo pique una hormiga, saben a lo que me refiero, jajaja...
A- Distraídos en razonar la inmortalidad, habíamos dejado que anocheciera sin encender la lámpara. No nos veíamos las caras. Con una indiferencia y una dulzura más convincentes que el fervor, la voz de Macedonio Fernández repetía que el alma es inmortal. Me aseguraba que la muerte del cuerpo es del todo insignificante y que morirse tiene que ser el hecho más nulo que puede sucederle a un hombre. Yo jugaba con la navaja de Macedonio; la abría y la cerraba. Un acordeón vecino despachaba infinitamente la Cumparsita, esa pamplina consternada que les gusta a muchas personas, porque les mintieron que es vieja... Yo le propuse a Macedonio que nos suicidáramos, para discutir sin estorbo.
Z (burlón)- Pero sospecho que al final no se resolvieron.
A (ya en plena mística)- Francamente no recuerdo si esa noche nos suicidamos.
Jorge Luis Borges.
De verdad, "el mal trago ya pasó"... Sin todo esto, la vida no sería vida, y hoy oficialmente fue el inicio de una nueva era, jaja. Feliz, por demás. Ya lloré lo que tenía que llorar, de rabia, de todo lo necesario, pero las lágrimas ya pasaron.
Que me dolió hasta el fondo, me dolió, pero veo que es lo mejor, que lo intenté hasta que no se pudo, y no me llevo ningún remordimiento. O bueno, me llevo uno muy pequeño por el que ya me disculpé bastante, pero me gusta pensar que las buenas obras compensan las malas. No es por decir que el que peca y reza, empata; sencillamente me parece que hasta el mal y el bien tienen diferentes grados.
A veces se ocupan chascos de estos del oficio para cerciorarse de que la felicidad de verdad está dentro de cada uno, y que todo esto nos hace ver que muchas veces hasta las cosas más dolorosas pasan para bien. Después de cada una de estas tormentas, todo se ve más claro, y hoy veo muchísimo que sé que no habría visto sin pasar por esto.
Pasó en el mejor momento. Desde aquí puedo ver hacia atrás y hacia adelante sin ningún remordimiento. Mientras se tuvo, fue increíble; y ahora puedo ver al frente y poder vivir sin preguntarme qué habría sido.
No siempre que la gente no llore quiere decir que no está destrozada. Feliz cumpleaños, whoever.
Hoy fue un día increíble... Y raro.
Actué, canté, la pasé bomba, me mordisquearon el cuello (raro), descubrí un compadre en mi desgracia planetaria de ayer (bien raro), almorcé deliciosamente poco sano (normal jaja), leí el Deitel (rarísimo, pero es parte de mis nuevos lentes que vinieron a compensar mi miopía metafísica), llovieron granizos y se inundó la cochera de mi casa (¿Se dice "llovió granizos", "llovieron granizos"? Hmm, es un verbo impersonal, en fin...), fui a Cartago, leí además por placer (normalísimo), he estado haciendo tareas...
No sé, me siento en paz.
A vos, te quiero dar las gracias por todo, y "buena suerte, chau, adiós"... Y te menciono que no sería lo que soy ahora sin vos. El consultorio está abierto 24/7.
Linda vida. Bienvenido primer día de mi nueva era, jaja.
Canción de Adiós...
Publicadas por Carla a la/s 1:27 p. m. Etiquetas: (Des)Amor, Bitter, Lyrics, Musique, Videoy mi musa preferida,
pero todo se acabó.
Fuiste mi cruz de rosario,
mi suerte en el calendario,
la dueña de mi colchón.
Fuiste un tango puro y duro
escrito en papel oscuro
que no quiero ni cantar,
una guitarra sin cuerdas,
un collar falso de perlas
que nunca vieron el mar.
Fuiste un jardín de malvones,
un vinilo sin rayones,
una dama de verdad
que duró 15 minutos
y ahora me dejas el luto
de no querer verte más.
Fuiste una lady Madonna,
fuiste un gol de Maradona,
fuiste la mano de dios.
Fuiste todo pero fuiste.
Yo no sé si me entendiste
que te estoy diciendo adiós.
Fuiste "el día que me quieras",
fuiste Gardel y Le Pera,
y la Isla de Camarón.
Fuiste en Madrid, Hortaleza
y en Buenos Aires princesa,
reina de mi corazón.
Fuiste la luz de mi vida
y mi musa preferida
que ya no puede inspirar
ni un tango ni una ranchera,
ni un solo verso siquiera,
sólo esta canción de adiós.
Y este fue mi testamento
de un amor que de contento
no me dejó ni el sudor.
Sólo queda despedirme
con voz ronca pero firme;
el mal trago ya pasó.
Medio vals, mitad ranchera,
le pongo el nombre que quieras,
milonguita o Rock and Roll.
Aquí adelante de todos
le estoy diciendo a mi modo,
te estoy diciendo a mi modo
buena suerte, chau, adiós...
Sabiamente escrito por un argentino. Pocas imprecisiones. Básicamente.
Sin más oficio que el de caminar, me fui a perderme a la biblioteca, a parir con dolor mi olvido... Páginas, polvo, cartón, caligrafía... ¿Qué es, entre todo, la magia de las bibliotecas? No sé, y seguramente nunca voy a saber, pero siempre hay algo que me ha acompañado en cada biblioteca en la que he estado...
esta declaración de la maestría
de Dios, que con magnífica ironía
me dio a la vez los libros y la noche.
De esta ciudad de libros hizo dueños
a unos ojos sin luz, que sólo pueden
leer en las bibliotecas de los sueños
los insensatos párrafos que ceden
las albas a su afán. En vano el día
les prodiga sus libros infinitos,
arduos como los arduos manuscritos
que perecieron en Alejandría.
De hambre y de sed (narra una historia griega)
muere un rey entre fuentes y jardines;
yo fatigo sin rumbo los confines
de esta alta y honda biblioteca ciega.
Enciclopedias, atlas, el Oriente
y el Occidente, siglos, dinastías,
símbolos, cosmos y cosmogonías
brindan los muros, pero inútilmente.
Lento en mi sombra, la penumbra hueca
exploro con el báculo indeciso,
yo, que me figuraba el Paraíso
bajo la especie de una biblioteca.
Algo, que ciertamente no se nombra
con la palabra azar, rige estas cosas;
otro ya recibió en otras borrosas
tardes los muchos libros y la sombra.
Al errar por las lentas galerías
suelo sentir con vago horror sagrado
que soy el otro, el muerto, que habrá dado
los mismos pasos en los mismos días.
¿Cuál de los dos escribe este poema
de un yo plural y de una sola sombra?
¿Qué importa la palabra que me nombra
si es indiviso y uno el anatema?
Groussac o Borges, miro este querido
mundo que se deforma y que se apaga
en una pálida ceniza vaga
que se parece al sueño y al olvido.
Jorge Luis Borges.
P.S: A eso se limitan mis conocimientos de HTML, al cole y a las súper páginas con títulos que huyen... Jaja
Sólo por aquello de la fibra sensible...
y gocé tanto tanto cada todo
que me duele algo menos cuando partes,
porque aquí te me quedas de algún modo.
Ojalá nunca sepas cuanto amaba
descubrirte los trillos de la entrega,
y el secreto esplendor con que esperabas
tu reclamo de amor que ya no llega.
Anda, corre donde debas ir.
Anda, que te espera el porvenir.
Vuela, que los cisnes están vivos.
Mi canto está conmigo;
no tengo soledad.
Si uno fuera a llorar cuando termina
no alcanzaran las lágrimas a tanto.
Nuestras horas de amor casi divinas
es mejor despedirlas con un canto.
Anda, corre donde debas ir.
Anda, que te espera el porvenir.
Vuela, que los cisnes están vivos.
Mi canto está conmigo;
no tengo soledad.
Silvio Rodríguez
Sí... Otra vez Silvio... Y noten el Steinway...
Bien, feo confesar que desde que lo vi por primera vez, se la tuve jurada y me trastornó muy severamente. No muchas veces hemos cruzado palabras, pero me parece increíble y cada vez me atrae más.
¿A qué viene todo? Ayer soñé con él, y no fue cualquier sueño. Lo vi de todas las formas poribles, en todos los lugares y momentos, circunstancias... Pero siempre lo veía igual. Siempre la misma camisa (gris) y el mismo pantalón.
Hoy iba caminando feliz por el mundo hasta que lo vi de frente. Nos saludamos, como de costumbre, pero en ese momento algo hizo click adentro. Muchas veces no recordamos los sueños hasta que algo en el día los trae a nosotros. Eso fue lo que pasó hoy.
Lo vi, y en ese preciso momento recordé todo mi sueño. Seguimos caminando, y unos cuantos pasos después tuve que voltearme para comprobar que no era mi imaginación, que de verdad andaba con esa camisa y ese pantalón
Sueño de esos, curiosos: Era una persona que no voy a mencionar, porque la verdad me incomodaría que saliera del anonimato. El punto es que me sostenía el brazo por la muñeca. Para todos aquellos que no saben, cuando me agarran las muñecas me da una sensación horrible de impotencia. Bueno, me agarraba el brazo vuelto hacia arriba por la muñeca, y no podía hacer nada. Me metía una aguja muy grande en la arteria y la sangre comenzaba a salir. Yo no me movía para hacer más grande el dolor, y claro, a eso se le añade que no me podía mover. Luego, agarró una aguja muy pequeña y la metió por donde había entrado la otra aguja y comenzó a moverla hacia, por así decirlo, el codo, me iba rasgando toda la arteria, y la sangre ya me llenaba todo el brazo...
Y no pienso contar nada más del sueño... es raro. Mucho.
Y metafóricamente premonitorio.
para que no las puedas convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo.
Ojalá que la luna pueda salir sin tí.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos.
Ojalá se te acabé la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones:
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones
Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda.
Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz.
Ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado.
Ojalá que el deseo se vaya tras de tí,
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.
Familiares, las ganas de arrancarse lo que sea para arrancarse a alguien.
En tan pocos días, ya dos personas me han pedido comprensión, dos personas que me eran queridísimas, pero, honestamente ¿estoy dispuesta a seguir comprendiendo?
No veo que pida demasiado, sencillamente pido que sean consecuentes... Que sean de la forma que dicen que son.
Bueno, mundo, mi comprensión se acabó. Estoy más allá de cansada de comprender a todos sin recibir lo mismo. Si quieren que los comprendan, que los compadezcan, den una razón para ser comprendidos.
No tengan la cara para venir a pedirme que sea comprensiva. Si creen que les voy a dar mi comprensión, ni siquiera van a tener que pedirla.
Y si tienen que llegar a pedírmela, sepan que por algo es, y busquen a alguien más a quien llorarle. No cuenten con mi compasión, porque no existe.
directo al corazón,
te mando este misil hecho canción.
Sólo para ti,
que me das fuerza cada día
borrando mi total melancolía.
Por todo aquello que me diste y que te di,
lo mejor de mi vida lo hago sólo para ti.
Sólo para ti,
que sabes como soy,
lo poco que yo tengo, te lo doy.
Sólo para ti,
que me has tratado como nadie,
cuidando con cariño cada detalle.
Por todo aquello que me diste y que te di,
lo mejor de mi vida lo hago sólo para ti.
Si tú supieras cuánto pintas en mi vida,
no tendrías más salida que vivirla junto a mí.
Eres la fuerza que me empuja hasta al vacío,
en tu mundo y en el mío aún se puede ser feliz,
y por eso sólo canto para ti, sólo para ti.
El Recuento de los Daños
Publicadas por Carla a la/s 8:35 a. m. Etiquetas: Bitter, Recuerdos, Vida en GeneralAgosto ha dejado varios saldos interesantes, les voy a dar pasada por un momento.
Interecesiones a favor de otras personas: 5.
Intercesiones a mi favor: 0.
Amistades Ganadas: 4.
Amistades perdidas (o dadas por perdidas): 3.
Reencuentros afortunados: 5.
Desencantos menores: 3.
Desencantos mayores: 1.
Días con lágrimas: 2.
Días Felices: 23.
Días Neutros: 6.
Fantasmas exorcisados: 2.
Ofensas mayores: 2.
Días de Bar: 1.
Momentos de perfecta felicidad: Felizmente perdí la cuenta.
Noches de trasnoche: Más que las de no-trasnoche.
Días con lluvia: Suficientes, y me encantan.
Menciones importantes del mes: Esteban, Eduardo, Alvaro, Arabela, Ingrid, Juan Pablo.
...Para todo lo demás, existe Mastercard, jaja...