Voses

No, no me equivoqué en el título. Efectivamente es así como quiero escribirlo, porque a ellos va dirigido, a mis voses, o a algunos de ellos.

Y no te engañés, porque cuando más seguro estés de que hablo de vos, vas a ver que te equivocaste, pero cuando tengás razón sobre quien hablo, vas a saberlo así de rápido. Claro, nunca dije que fuera fácil.

Sos exactamente como la gente que tanto criticás. Igual que todos te dejás llevar, igual que todos caés en este tipo de trampas... Igualito a mí. La diferencia entre nosotros es que vos te vas enterrando solito solito... No hay que ayudarte, ni obligarte. Nada más me alegra haberme enterado así de tarde, pero todavía a tiempo.

Ah, y vos, vos fuiste un error en el que me encantó caer. Es más, caería gustosísima otra vez... y otra, además. Porque es un asunto que todavía no supero... Rico, por demás... Uno de esos placeres culpables... Helado a medianoche, jaja... No me arrepiento, ¿sabés? Es curioso, pero todavía me quedan las ganas.

Y bueno, a vos te voy a mencionar aunque no merecés que gaste mi tiempo en eso. Hipócrita como vos solo, ya casi no hablamos, ¿verdad? Se te olvidó que existía, así de rápido... ¿Y todo para qué? La defensa descansa. De hecho la gente es así de resbalosa, de arrgh, no sé... Me enferma un poco pensarlo.

Cambiando de tema, a vos te odio por andar así de campante con tu santa felicidad. Y bueno, otra de las razones por las que te odio es por el invierno... Sí, por el invierno, por absurdo que suene. Por el verano en la de menos me reconciliaré... Pero te imagino exactamente en este momento caminando -sin mí, claro- feliz como vos solo, entre todo eso que... no, de pronto me entra la sensación de que no puedo seguir escibiendo esto, porque tengo frío. Maldito invierno.

Vos... Nah, vos no valés mi tiempo del todo. No me ensucio las manos así.

Espero que seás muy feliz. ¿Supiste cuál eras?

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