Sólo por aquello de la fibra sensible...
y gocé tanto tanto cada todo
que me duele algo menos cuando partes,
porque aquí te me quedas de algún modo.
Ojalá nunca sepas cuanto amaba
descubrirte los trillos de la entrega,
y el secreto esplendor con que esperabas
tu reclamo de amor que ya no llega.
Anda, corre donde debas ir.
Anda, que te espera el porvenir.
Vuela, que los cisnes están vivos.
Mi canto está conmigo;
no tengo soledad.
Si uno fuera a llorar cuando termina
no alcanzaran las lágrimas a tanto.
Nuestras horas de amor casi divinas
es mejor despedirlas con un canto.
Anda, corre donde debas ir.
Anda, que te espera el porvenir.
Vuela, que los cisnes están vivos.
Mi canto está conmigo;
no tengo soledad.
Silvio Rodríguez
Sí... Otra vez Silvio... Y noten el Steinway...
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario