Lejos

Decisión tomada. Cada persona tiene su propia carga de masoquismo. No sé por qué, pero me parece una maravilla poder llorar en silencio. Ojalá un momento en que todo pasara menos el momento.

Mirá, si vos no me entendés, ¿cómo esperás que me entienda yo misma? ¿Creés que es simple, el vecindario de mi cabeza? Ahí no entran ni las ambulancias, aunque eso es bueno... Tantas sirenas, no más sirenas. Mi nivel de ruido es considerado silencio, y cualquier aleteo ensordece.

Masoquismo, masoquismo, hmmm... Mazorca, mosquito, mosquetero, masomenos... ¿Qué es masoquismo? Abrazarlo a él -quienquiera que sea- y estar pensando en vos encima de otro hombro. Eso es masoquismo, del único y el original. Pero qué maravilla poder llorar en silencio.

1 comentarios:

A. Amador dijo...

Me gustó. Todos hemos sido masoquistas en algun momento. Alguna vez yo besé labios mientras pensaba en los labios de "ella"...