¿Sabe, doctor? Así, hablando de todo, yo creo que mi problema es mi egocentrismo. Ayer mismo lo noté. Estaba con… Bueno, eso es poco importante… El punto es que estábamos en eso que sería un momento mágico. Era en la sombra, las flores, todo lo que quiera. Nada más faltaba el tipo del violín para hacerlo perfecto… Y él, pues, decidió en el lugar enamorarse de mí. Créame, traté de convencerlo de que no lo hiciera, pero no hubo caso. Comenzó a darme besos como loco, no sé, como si se estuviera muriendo: y cerró la escena con un beso en la boca. Se había inclinado y me daba besos en el cuello, y adonde se pueda imaginar, y yo pensaba en las nenas de las películas, que se inclinan con los guapos y cierran los ojos, y se ven en el éxtasis cuando las besan… Y yo nada más lo veía proceder como si me estuviera cortando las uñas o el pelo, si acaso me moví cuando me dio ese beso en la boca que tenía un sabor que no conocía, pero que no podía perder. Es que sabía a mí. Me dejé llevar; se lo devolví como buscando más de mí en la boca de él; yo creo que hasta pudo haber pensado que lo quiero, pobre. Como sea, al final me abrazó fortísimo y cada uno se fue por su camino. Yo creo que nunca más lo voy a volver a ver… No podría… Me enfermaría… Al despedirnos me dejó el olor de la colonia en toda la ropa, en la cara, en el cuello. Yo caminaba tratando de recordar mi sabor, lo único que me importaba, lo que podía salvar todavía del sabor que me había quedado de él, y cada vez que estaba a punto de saborearme, me distraía la nube del olor a él, que no pude sacarme en todo el día. Olía a limpito, a muchacho bueno, pero estuve a punto de matarme con tal de no olerlo en mí. Sinceramente, ¿usted cree que eso también sea un problema?
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2 comentarios:
Bueno, me alegra que el universo entero esté de acuerdo con que soy la ice queen que algunos creen que soy, porque ya si vos lo pensás..........
*cough* Akward... :P
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