Procellae Terram Uastant

Doctor, yo sé que esto no viene a su campo, pero, ¿se ha puesto a pensar que las cosas escritas no son reales? Nunca, bajo ninguna circunstancia, nada que se escriba va a ser real. Más allá de la parcialidad que le puede añadir el factor humano, ni siquiera la historia es real. Siempre falta algo. Siempre falta. Es nada más una imitación, una mera apariencia. ¿A qué viene? Usted sabe, mis crisis. Lo que se escribe es una ilusión… A veces una buena, pero la verdad nunca se puede traspasar de lo etéreo al mundo. No está en ningún arte; ninguna se le acerca. Es, pues… Doctor, usted sabe que además tengo este problema extraño para decir lo que pienso, que me trabo entre todas las ideas que salen a más velocidad de la que puedo manejar para hablar… ¿Pero entiende mi punto? Cuando usted habla de la cosa, está nada más masticando la segunda mano del concepto… Está reciclándolo, pero nunca va a estar ahí la cosa. Véala, por ejemplo, a ella. Está escribiendo palabra a palabra lo que digo, por lo que supuestamente está escribiendo la verdad. Me describe, y a usted, y aún así eso no nos hace existir.

1 comentarios:

A. Amador dijo...

Siempre falta... eso es tán cierto. Siempre falta