Pobre, no es culpa de él, pero las diferencias irreconciliables que surgen ocasionalmente entre mi blog y yo están tomando fuerza, y si bien esta no es una ida definitiva, a menos de que logremos llegar a un acuerdo amistoso que satisfaga a las dos partes*, creo que el volumen de entradas estará disminuyendo.
*Que él se deje a los hijos y yo me llevo el perro.
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