No, no. No era él. Claro que no. Él es más singracia que otra cosa. Fui yo, fui yo sumado a que estaba lejos y hacía mucho frío, y de noche con esa luz todos los gatos son pardos y para variar estaba yo sentada sola en una jardinera muy mojada sin querer abrir la sombrilla porque ya ni siquiera hubiera podido sostener el brazo por el cansancio, y entonces pasa él. Yo no tengo mucha fuerza de voluntad, y se suma el hambre con las ganas de comer y terminamos los dos con esa incomodidad que es ser desconocidos en una circunstancia compartida sólo por los dos.
Ya es demasiado tarde, todavía más entrada la noche, pero si fuera con él, no me importaría la jardinera mojada.
La entrada a rescatar hoy es:
Su madre fue una perra.
Razones:
- Cronológicamente, el primer Pequeño Monstruito.
- Mayor representante de la Feliz Intrascendencia.
- NO, NO SON ROSAS. SON LIRIOS.
- Claro que duerme en una cama mejor que la mía: la mía.
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