Se Murió el Mudito

No sé quién pueda ser yo para decir que una vida fue perdida o no, pero se murió el mudito de los carros, parece que de cáncer, que se murió a las 10 de la mañana y que a las dos ya estaba enterrado, pero jamás comentar en el cementerio que la vida fue para nada, aunque hasta el momento no tenga utilidad conocida.

Cuando nosotros vivíamos en la calle principal de Guadalupe teníamos un jardincito modesto en la entrada, unos carriles, un caminito -que el tiempo no ha borrado- y una jardinera, helechos, nada ostentoso.

El mudito, que paseaba por esos lares, se había hecho amigo de mi papá, porque mi papá lo dejaba guardar su preciadísima colección de botellas en el jardincito. Ellos se entendían, y se llevaban muy bien hasta que mi abuelito decidió botar las botellas que se había encontrado en el jardincito porque la barbaridad de la basura, y el agua de adentro, qué cochinada.

Cuando el mudito volvió a pasar por ahí no se encontró las botellas, y en cambio se encontró a mi papá en el jardín. El mudito nunca lo perdonó, a su manera posiblemente le dijo mil y una imprecaciones, y desde ese día, aunque el mudito lo viera, nunca le volvió a hablar.

Ese jardín tiene historias, tiene historias. Ahí apareció mi primer perro como la virgen de los ángeles pero al revés. En vez de llevarlo, nos lo encontramos y lo sacamos, y no dejaba de volver hasta que adoptamos a Mechitas.

Como sea, hoy rescato la última entrada de la semana del reciclaje. Escojo a:




Razones:
  • Ah, la lluvia, la lluvia...
  • El día del examen de inglés, Esteban sabe que fue un día extraño.
  • Ese día fui a ver esperando a Godot...
  • Nunca más me volví a poner esa ropa. Nope, no pude.
  • Ah, la lluvia... Qué linda es la lluvia.
  • Sí, ya sé que no saben de qué ropa hablo.

2 comentarios:

Esteban Chi dijo...

Hmm...no comments...que quien sabe a que se refiere la entrada lo entienda mejor.

Esteban Chi dijo...

Me refería a la entrada revivida...claro está