Verdaderamente dentro de las situaciones más irónicas de esta vida está el estar dispuesto a recorrer toda la casa por n número de horas antes de levantarse un momento a cambiar el canal. Claro, tiene sentido. Si uno encuentra el control, se evita muchas molestias que podrían equivaler a la búsqueda.
Hoy mi mamá y yo estábamos viendo tele echadas en la cama con Tigre. Tigre, para variar, estaba echado mientras nosotras le hacíamos cariño. De pronto, decidimos cambiar el canal.
Dame el control. No, yo no lo tengo. Lo tenías vos. Ay, Carla, ¿y el control? Diay, no sé.
Búsqueda minuciosa de las cobijas, el suelo, el baño, el clóset, y otra vez desde el inicio. Expandimos la búsqueda. Mi cuarto, mi baño, el baño de visitas, la biblioteca, la cocina (incluyendo la despensa y la refri), la sala, el comedor, y todo de nuevo.
Como nos parecía poco probable haber salido del cuarto con el control, mi mamá comenzó una vez más la Operación Cobijas. Entrábamos y salíamos y mi perro bostezaba y nos veía de un lado al otro. Yo seguí con la inspección de los lugares inusuales.
Cuando volví al cuarto, mi mamá ya tenía el control en la mano. Habíamos buscado debajo de las cobijas, debajo de la cama, debajo de los muebles, debajo del tele, pero se nos había olvidado buscar debajo del perro.
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3 comentarios:
JAJAJAJAJA debajo del perro
Yo entiendo a Tigre. El mae no quería cambiar de canal. Tan sencillo como eso...
LOL, yo iba a decir eso!
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