Sólo te concedo el derecho a que te pareciera curioso después de este tiempo. Nada más. Todo el resto lo atribuyo a lo usual. Como sea, te escribo para contarte que de todas las decisiones tontas que has tomado en lo que a mí respecta, posiblemente la más tonta fue camuflar tu IP con el nombre de Stephan, pobre hombre que nunca usaría Linux. Y sí, hago esto nada más para que podás alegar que tenías una razón para la rabieta de rigor.
A todos los demás respetables lectores, les comento que Magenta ya despertó, y eso me tiene un poco desconcertada. Para más noticias, pueden referirse a su blog.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario