Diente Quebrado


Me gusta ir a Turrialba, la verdad. Siempre que vamos pasa algo diferente, y casi siempre lo disfruto.

Hoy, por ejemplo, llegamos cuando comenzaba a salir el sol después de un aguacero. Para mí ese es el momento más claro de un día, en el que se despeja el cielo y además el sol se refleja en todo lo que está mojado. Es como ambiente de fotografía.

Nos bajamos del carro y mientras ellas recogían guayabas, yo recogía frambuesas y de esas moritas que, a falta de nombre científico, llamo moritas peludas. Fuimos todas a caminar por los otros caminos de lastre, y nos encontramos con oropéndolas y un par de cafetales. Hay puentecitos para las quebradas y casas sin rejas.

Siempre encontramos al mismo caballo en el lote. Me resulta curioso cómo entra ahora que cerramos la entrada. Bueno, me parece curioso porque no me puedo imaginar cómo entra.

El río que atraviesa el lote tiene una naciente más arriba, está lleno de olominas y divide la parte del lote que está llena de heliotropos (a lo que se llama heliotropo en Costa Rica, no la definición del resto de América)de la parte que pretende ser más o menos un bosquecito secundario.

Hoy, como by-product del viaje a Turrialba, terminé con un diente quebrado (cosa molestísima). La última vez vine con un zapato inservible. En fin, cada vez me pasa algo curioso o calamitoso, por lo que no se le vería mucho sentido a que lo disfrute tanto...

Salvo por esto: Turrialba es mi paraíso costumbrista. Es mi oportunidad de pasar un rato en un tiempo que no me tocó vivir, y que posiblemente no soportaría por más del rato que me quedo ahí. Para mí Turrialba es esa libertad de los zapatos sucios y de las botas colibrí, de palear en mi jardín, de pasear por cafetales y ver olominas en quebradas.

Como último comentario después de mi viaje de hoy: Creo que voy a necesitar una pala más grande.

2 comentarios:

A. Amador dijo...

A mi hermano una vez se le quebró un diente en el cole. El muy baboso chocó de frente con un tubo de metal por estar distraido. Pero como de fabula fue. Y sí, le hicieron una "reparacion" que al tiempo se le desprendió. Toda o un pedazo, la verdad no estoy seguro, pero es todo sencible al frio... A mi una vez se me astilló un diente cuando tenía piercing, por morderlo accidentalmente mientras comía.

Supongo que lo que me da rabia cuando pasa algo así es que el diente no va a crecer como sucedería con una buena raspada o herida o algo por el estilo.

Ahora que no nos contaste como se te quebró el diente... queda pendiente para la próxima entrada?

Carla dijo...

Me temo muy profundamente que no comentaré cómo me quebré el diente... Es un poco... vergonzoso.