Después de 11 años de tortura, de blusas mal lavadas, ropa echada a perder, medias viudas, telarañas, polvo, malas caras, llamadas inútiles, baño cerrado, refigeradora vacía, muebles golpeados, aparatos inservibles, platos rotos, pisos empolvados, pilas taqueadas, cubiertos desaparecidos, monedas fugitivas, libros dañados, alcancías vaciadas, zapatos mojados, tina resbalosa, espejos sucios, sillas desacomodadas, impuntualidades e idioteces, por fin Maruja renunció.
Aleluya, aleluya, tenemos nueva empleada.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
10 comentarios:
Por eso mi madre odia las empleadas...
Q bn!!! Esto merece celebracion :)
Adónde la celebración? Jajaja
se te olvido decir pinturas destrozadas XD fiesta fiesta
jajaja....emm, tambien existe la figura legal del despido...pero weeeee!! felicidades
..and yes, head over heels...*blushes*
Aaaaaaaaaaaaaaaaaay, peyo qué hechmochoooooo! <3
solo asegurese que al tiempo la nueva sea eficiente porque al principio toda escoba nueva siempre barre bien
;)
Saludos
En efecto... Comienzan muy bien... En fin, son un mal necesario... Por lo menos la que viene no me odia (todavía) jaja...
De fijo que si vas a su casa las sábanas, la vajilla,y la ropa que tiene puesta enese momento son lasde tu casa. es que llega un momento en que creen que les corresponde como comisión o no se qué...
Publicar un comentario