Es que yo creo que la mentira está en la naturaleza de las personas. Qué joven aprende uno a mentir. Viene naturalmente...
No hay caso más típico que el de los dos peques jugando y que uno (con una mano detrás de la espalda) le diga al otro: "Cierre los ojos y abra la boca". Claro, la desconfianza que eso genera es obvia, pero hasta en los peques hay quienes pueden convencer a los demás ya sea por actuación o retórica. Casi siempre el segundo peque en cuestión termina cediendo con un ojo entreabierto. (Observamos la mentira de tener los ojos cerrados. Justificable, pero mentira al fin.)
Para mantener a la víctima tranquila, el peque repite "no le voy a hacer nada... palabrita."
Luego, y con la maniobra más rápida que permita la situación, el peque alfa lleva la mano (en la que sí hay algo) a la boca del segundo peque, ya sea con la piedra, la hoja, el hongo, la tierra o el sapo que le vaya a poner.
Claro, una vez que la cosa en cuestión hace contacto con la lengua, o que el peque 2 descubre -comprueba- que sí le iban a hacer algo, todos corremos, saltamos, nos pegamos con un palo y luego seguimos jugando felices.
Hoy, mientras esperaba en el carro, estaba viendo a dos vecinitos en el jueguito de "cierre los ojos y abra la boca", pero con la excusa más barata que he oído hasta el momento. "No le voy a poner nada. Es que le iba a hacer un masaje." WTF?
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3 comentarios:
Q raro, no recuerdo q jugáramos eso en Alajuela...
... Es que eran de Alajuela.... I rest my case...
Un blog genial!
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