En el blog de Oskr comenté algo sobre Buenos Aires en la otra esquina y sobre lo que me da cada vez que alguien dice la palabra bandoneón.
Después de bastante tiempo dándole vueltas al asunto y rumiando la palabra Santiago (en parte por el amor que comparto con Ingrid hacia ese nombre), creo que ya puedo hacer un poco más oficial el hecho de que voy para Santiago y para Buenos Aires aunque sea por una semana nada más.
Todo fue una serie de sucesos apresurados. Primero iba a Buenos Aires, después ya no, después otra vez sí, después tenía que escoger entre ir a Buenos Aires y cambiar los muebles de la sala de mi casa, y ahí murió el asunto por meses.
Hace como 22 días me dijeron que cabía la posibilidad de acompañar a mi mamá a Chile y luego bajar a Buenos Aires... Y todos sabemos que la mejor forma de lidiar con la tentación es caer en ella, así que oficialmente comenzaron los preparativos para el viaje que tentativamente comenzaría el 11 de octubre (sí, un once).
Últimamente he andado en un limbo total en el que ya casi no se me ocurre nada que escribir nunca... Sólo les comento que si me hablan y no respondo, o si me oyen tararear algo que no conocen, sepan que posiblemente ando divagando con, finalmente, bajar del Ecuador.
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6 comentarios:
Santiago ... Mmm
Se nos va :-( , vaaaras....
Si de verdad va, buena suerte :-), nada mas trate de no viajar al estilo de Gardel :-P
:|
Palabra que lo tomaré en cuenta, jaja!
٩(●̮•)۶
En buena hora, ojalá que disfrutés al máximo y que todo salga excelente
"la mejor forma de lidiar con la tentación es dejarse caer en ella"... Está brillante eso, lo voy a tomar en cuenta. Y bueno, feliz viaje!
CHE! Ahora el nuevo pasaporte tiene más sentido que nunca...
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