He estado pensando en muchas, muchas cosas...
He estado pensando, por ejemplo, y antes de que se me olvide mencionarlo, que creo que uno tiene que ganar su derecho a ser feliz... Que si bien se nace con la posibilidad de serlo, no es algo que nada más venga de gratis. Y pocos se lo ganan...
Eso de que las cosas buenas le pasen a la gente buena no es una mera casualidad. Y no es cierto que todas las cosas se pueden arreglar con ponerle empeño y pixie dust. Lo estuve pensando porque bueno, pensé en todos esos que me han lastimado de alguna manera, y hay cicatrices que sé que nunca voy a borrar, gente a la que me va a costar no odiar por el resto de mi vida...
Y me porto bien, aunque no lo crean... Como diría Stephan, ando sumamente dócil... Con esa gente me porto como si me importaran por lo menos un poco... Aunque me dé lo mismo que vivan o mueran... O aunque me incline por una de esas dos.
Pero el punto es que también hay que ganarse el respeto y el lugar en la vida de las personas. Muy oración de San Francisco (El varón que tiene corazón de lis, alma de querube, lengua celestial)... No buscar ser comprendido sino comprender... And so on... E increíblemente el resto viene por añadidura...
Pero hay que hacerlo desde el inicio, god damn it! No se puede pretender ser la escoria que siempre se ha sido y llegar un día esperando que todo esté bien... Llegar a jugar de amigo, de ejemplo, de padre, ¡de lo que sea!
Sí hay momentos en los que nada más no hay vuelta atrás...
Y descubrí que a pesar de la política sin prejuicios que he adoptado y que mencioné en una de las últimas entradas hay odios que no puedo contener (además del anterior)...
Se metieron a robar a mi casa de la playa. Corrección. Se metieron a joder. JODER. Porque ya no tienen que robarse, sinceramente. Todo lo que llevamos, lo traemos... Ya no podemos viajar ligero. El punto es que todo lo que queda, queda encadenado... Y nada que valga la pena robarse.
Bueno, se meten más o menos cada dos, tres meses. Y ergo, cada dos, tres meses, mi abuelito tiene que ir a arreglar los huecos que dejan en el techo. Cambiar láminas. Arreglar serchas... Y no les sirve de nada. Es nada más por hacer el daño... No lo necesitan para vivir, no lo necesitan para nada... Y por ellos, mi abuelito tiene que hacer el viaje de 4 horas, trabajar en el sol y pagar un platal sólo para que ellos puedan... no sé qué logran con eso, la verdad.
Nada más no puedo no juzgarlos. No soy quién, para hacerlo, yo sé... Pero no puedo ni siquiera respetar su existencia. Es un sentimiento tan corrosivo, la verdad...
Bueno, pasando a temas más felices... Ayer, fina cortesía del destino, brindé con Nacho con un té frío. Hicimos un recuento del año... Y claro, es muy temprano para sacar conclusiones, pero me atrevería a decir que éste va a ser un buen año. Con todos sus asuntos, que a ningún año le faltan.
Hmm, esto está escrito como los correos de los que te hablé... Y no pienso volverme atrás a editarlo aunque sé que posiblemente no me guste el resultado final... Está demasiado "yo"...
Menciono que me entraron muchas, muchas ganas de escribir, pero que no pienso postear ningún pequeño monstruito hasta que tenga algo que de verdad valga la pena. Suficiente verborragia...
Ah, y no podía faltar:
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2 comentarios:
Té frío 2x1... solo a uds les pasa eso!
Claro que fue un buen año! Me conoció a mí, no varas, que fue esa salida tan egocentrista y que nada que ver? LOL
Have a happy december GG!
...
No sólo le pasan cosas buenas a la gente buena... Y hay gente buena a la que le pasan cosas malas, como es MÁS QUE MUY LÓGICO...
Nada más... Ay, no, la verdad que para qué...
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