Puede que ahora sea un poco tarde para bajar la cabeza y admitir que sí fue mi culpa, y que caímos hasta aquí por las omisiones y medias tintas. Porque la respuesta desde un principio debió haber sido que sí, en vez de alardear con esa fuerza que no es mía...
Porque admito mi responsabilidad al 100%, y además tengo que -no admitir- gritar que fue dolorosísimo y que lo sigue siendo, y no por la razón por la que todos creen, y por la que me ven con los ojos entrecerrados y la sonrisa de compasión...
En fin, dolió, y tal vez además sea tarde para enfrentarme de una vez a esa realidad de la huida constante...
De abrir mis heridas, que suelen sangrar,
y no obstante toda mi sed de ternura,
cerrando los ojos, lo dejé pasar...
Nada más me pareció correcto que lo supieras.
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