Dios tomó forma de mendigo y bajó al pueblo. Tocó en la casa del zapatero y le dijo:
"Hermano, soy muy pobre, no tengo una sola moneda en la bolsa. Estas son mis únicas sandalias, y están rotas. Si tú me hicieras el favor…"
"Estoy cansado de que todos vengan a pedir y nadie a dar."
" Yo puedo darte lo que tú necesitas."
El zapatero desconfiado, viendo a un mendigo, le preguntó:
"¿Tú puedes darme el millón de dólares que yo necesito para ser feliz?"
"Yo puedo darte diez veces más que eso, pero a cambio de algo."
“ A cambio de tus piernas”.
“Puedo darte cien millones de dólares a cambio de tus brazos”
"¿Para qué quiero yo cien millones de dólares si ni siquiera voy a poder comer solo?"
“Bueno, puedo darte mil millones de dólares a cambio de tus ojos.”
El zapatero pensó poco y respondió:
"¿Para qué quiero yo mil millones de dólares si no voy a poder ver a mi mujer, a mis hijos, a mis amigos?"
Entonces el señor le dijo:
“Ah, hermano, hermano… Qué fortuna tienes, y no te das cuenta.”
Bueno, bueno, dejando de lado la parte religiosa, no me van a negar que está excelente... y cierto...
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