Nora, Norita

Soy madre soltera de una plantita divina que representa la esperanza en lo que pueda quedar de bueno en este mundo.

Elizabeth (mi hija mayor... QdDg), comenzó a morir desde... Bueno, todos sabemos desde cuándo. Primero las flores dejaron de abrirse, y se caían los botones cerrados y casi verdes. Luego, se le comenzaron a caer las hojas. Les salieron manchas. Se ponían amarillas y se crispaban, y a la mañana siguiente tenía que juntarlas y tratar de ponerlas en otro lugar (por si era un hongo, o algo por el estilo, que no se esparciera más...). Se llenó de telarañas que le unían los nuevos tallos y se secaban.

...Pero como la esperanza es lo último que se pierde, comencé a abonarla, a regarla todos los días en la mañana y en la tarde (estábamos en verano). Eso sí, hay que cuidarse de que el sol esté muy fuerte, así que tenía que ser como a las 8 de la mañana y luego como a las 4 de la tarde... Le lavaba las hojas religiosamente, una por una, que por cierto ya no eran muchas... Algunas se caían con solo el agua.

De hecho creo que estaba comenzando a mejorar hasta que el papá se fue... O bueno, a lo mejor nada más digo eso para spice up la historia...

El punto es que el 5 de marzo sembré a Nora.

Norita fue cuidadosamente seleccionada para ser la matita más divina de la historia, tomando en cuenta, además, que no fuera demasiado grande, que las hojas fueran sanas, y que no estuviera demasiado abonada, porque al cambiar a la tierra se hubiera muerto. Fue un buen sábado en el lugar menos esperado adonde la encontré. Romero, Tomillo, Margaritas, Naranjos... Y una pobre Azálea por allá en un rincón.

El invierno le cayó de maravilla, y esta entrada viene a estar acá porque ayer, mi nena de 2 meses y medio valientemente tenía 5 flores abiertas. That lights up my world...

Uhhh... Y hoy hice un descubrimiento importante. Mientras iba corriendo la milla, me di cuenta.

He sido demasiado pussy con el asunto de los buenos días y los malos días, porque viendo hacia atrás, ningún día es malo. Nada más varían... Puede que esté más, menos cansada, o que no haya visto a quienes quería ver, pero en general los días son muy buenos... Mucho. Debería leer El Zapatero más a menudo... Puede que en otra entrada vuelva con el tema de los días malos (igual que con la lluvia, que es recurrente), pero por ahora mi fascinación es Nora. Tanto así que voy a publicar en esta entrada unas cuantas fotos de mi nena...

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