Post-Mate

Pues bien, ya pasó el mentado examen de matemática. Siempre que pasa igual, sucede lo mismo. Cada vez que hago un examen de éstos salgo con un sentimiento de orgullo y con otro de asco. Me siento orgullosa por saber hasta dónde puede llegar mi razonamiento con cosas que nunca toqué, que nunca estudié... Y me invade el asco incontrolable precisamente por no haber tocado esa materia, porque pienso cuánto me estoy desperdiciando. Y estoy desperdiciando el tiempo, que es lo peor de todo. For instance, esto mismo que hago es un desperidicio de tiempo. Usted, que lo lee ( o vos que lo leés, en el mejor de los casos) ni siquiera va a entender una buena parte, y no resulta provechoso ni para mí ni para usted (quisiera tanto que fuera un vos)...

Pues sí, debería seguir el consejo de todos aquellos que me dicen que además estoy desperdiciando mi fe... Estoy desperdiciando mi tiempo, mi fe, mi paciencia en alguien que... Bueno, eso no es importante, nada más no sé qué pensar de esa situación...

¿Tengo que asumir que la respuesta fue la incorrecta? Ah, porque sí... Everybody shake it... Había más de una respuesta, y ninguna era menos válida. Lástima que la pregunta llevaba sólo a una respuesta, y lástima que todo apunte a que es la más conveniente y razonable, aunque eso no siempre sea lo mejor. Me habría encantado decir que sí, pero me estaría traicionado a mí misma y a la razón original de la pregunta: lo que alegamos defender.

No, no, la verdad es que sí fue lo mejor y yo solamente estoy haciendo una tormenta en un vaso de agua por el chichón de no poder demostrar en el caso de n=k+1 cuando el 3 se repite n número de veces... Y por la jaqueca que no se me ha quitado y por el moño que me la agravó.

De pronto extraño tanto todo aquello que tuve... La simpleza del dibujo, la simpleza... es más, la naturaleza, por así llamarlo, de todo... Todo era sencillamente como debía ser. Y de verdad todo era simple...

Jaja, aquellos dorados tiempos en los que no me movía por miedo y no calculaba los movimientos al milímetro porque estoy rodeada de vidrios que voy a quebrar en cualquier momento...

Pero me dijiste que la otra entrada era lúgubre... Voy a ver lo bueno del día, porque aunque en este momento nada más quiero consumirme yo misma por dentro, lo más sano es rescatar mis pequeñas cosas:

Hoy me despertó mi perro en la mañana. Se siente bien tener al lado el aliento de alguien que te quiere tan sinceramente... Me despertó con los besillos mojados que me da cuando está contento, y en ese momento fui sinceramente feliz.

Mi abuelita me hizo un queque de los que me encantan, y le pedí que me hiciera uno así para mi cumpleaños...

En el examen de mate me fue muchísimo mejor de lo que esperaba, y me encanta mi uso brillante de los diagramas de Venn mezclado con las tablas de filo del año pasado.

Y bueno, en definitiva estoy de mejor humor que cuando comencé a escribir, y para ser consecuente con lo que predico voy a ser objetiva y positiva (no positivista jaja) y voy a analizar las ventajas all around que trae esto:

Me alegra saber desde ahora cómo son las personas. Eso ahorra problemas en el futuro. Esto me va a llevar a apreciar a esas personas que tengo alrededor y que por tonta estuve a punto de cambiar por un sinsentido. No voy a forzar absolutamente nada. Si la flor no quiere abrirse, no voy a deshojarla intentándolo. No pienso intentar olvidar todo lo que he sido hasta ahora. Si tengo que cambiar, va a ser porque así tiene que ser...

Aunque no terminé, ya me siento muchísimo mejor. En este momento sólo me apetece escribir la segunda versión de mi Caja de sorpresas y estudiar el segundo principio de inducción.

Para vos: No, no te olvido tan fácil. Posiblemente estaba forzando un avance, cierto desligue que nada más descubrí que no es posible por el momento. Y decime re-lela, pero ya sabés...

Para usted: Si algún día lee esto es porque ya va a ser historia antigua para bien o para mal. Es un día gris y usted lo oscureció más. Aún así, me hizo ver muchas cosas importantes con sólo esas dos pequeñas omisiones... Este es un gracias mal planteado, igual que su pregunta imperdonable, pero gracias.

Sí, ¿saben? Me duele la cabeza más de lo que me dolía en mucho tiempo, es el día más feo que he visto en muchísimo tiempo, estuve más enojada de lo que había estado en muchisísimo tiempo... Y a pesar de todo, mi mundo brilla.

Ah, y Nora tiene la flor sencillamente divina.